A principios de 2021 hablábamos del triste pero inevitable final del icónico motor V8 HEMI, presente en varios modelos de la ex FCA y de Stellantis (sus marcas norteamericanas). Era conocido el rechazo de Carlos Tavares, ex líder del grupo, hacia este motor (más allá que sus razones fueran válidas o no) y su descuido por las marcas norteamericanas. De hecho, a finales de 2024 nos preguntábamos si en esta nueva etapa de Stellantis, ahora sin el líder portugués, podíamos ilusionarnos con el regreso del eterno V8. No la tiene fácil, es cierto. Por la presentación del «Hurricane 6», previsto reemplazante, y por las normas anticontaminantes cada vez más estrictas. De todos modos, no deja de ser una buena noticia que el Durango SRT seguirá al menos durante 2025, quizás más, con el bestial motor V8.
Hay que ver cómo se reconfigura la pata norteamericana de Stellantis, con un fuerte retroceso en sus ventas en la gestión de Tavares, ahora sin él. Hablamos no solo de Dodge y Chrysler, prácticamente sin producto y abandonadas a su suerte, sino también de RAM y Jeep, con una realidad comercial actual, complicada. Reclamos de los concesionarios, gremios y la espalda de los consumidores. Claramente Stellantis, hoy casi liderada por John Elkann (heredero del emporio Agnelli) hasta la presentación del nuevo líder global, deberá repensar la estrategia norteamericana, mercado en el que le iba muy bien y que está mostrando signos de descontento. Por lo pronto, el HEMI seguirá por ahora en el Durango.








