Dodge Charger. Vaya si no fue un modelo icónico dentro del -hoy- grupo FCA. Presentado a finales de los 60´s, rápidamente se convirtió en un sinónimo de prestaciones, del mundo deportivo, de motores de gran tamaño y potencias que no conocían lo que era un turbo. Todo a fuerza de mayor volumen en cilindros. Charger se vende actualmente en distintas versiones, llegando a la Hellcat con 707 HP. Por otro parte, Challenger trepa aún más, para llegar en su variante Demon, a los 840 HP. Por otro lado, Hennessey Performance va un poco más allá, hasta los 1000 CV. Pero volvamos al mundo terrenal, que tantos caballos marean…
Sobre la base de ambos modelos (Challenger y Charger), o mejor dicho, tomando elementos de ambos, la marca norteamericana presentó, en el SEMA Show, el Dodge Super Charger 1968 Concept, que hace honor al modelo original de aquellos años, a partir de su cumpleaños número 50. Respetando la estética original, con elementos rediseñados, muestra los excesivos voladizos delantero y (sobre todo) trasero de su abuelo, con enormes llantas de 20″ y 21″ y ventanillas reemplazadas por un vidrio fijo completo. Se trata de un Restomod («Restoration» + «Modern»), o sea un modelo con componentes y tecnología actuales, pero respetando el diseño original. Y hemos visto varios desarrollos de este tipo últimamente, algunos mostrados en nuestra página, como el Jaguar D-Type o el Aston Martin DB4 GT.
¿Por qué surge esta palabrita Restomod relativamente reciente?
Pareciera que ya no alcanza con poseer modelos exclusivísimos (de Ferrari, Aston Martin, Lamborghini y otras) y entonces la tendencia es ser aún más exclusivos con estos desarrollos especiales, en cantidades muy limitadas. En el caso de este Dodge Super Charger 1968 Concept, además, utiliza un motor desarrollado por MOPAR, denominado Hellephant, que entrega 1000 HP, con una caja manual de 6 relaciones, derivada de la del Charger Hellcat actual.
Estéticamente, sin llegar a ser un Super Charger original clonado, respeta de manera fiel el concepto original. Sin manijas exteriores a la vista, su distancia entre ejes se ha alargado 5 cm. Algunos modelos del portfolio actual FCA hacen su aporte el nuevo concept, ya que cuenta con el escape del Alfa Romeo Stelvio, y volante y butacas del desaparecido Viper, o las llantas que toman la base estética de las del Charger Hellcat. El interior también respeta fuertemente su historia.
Si bien se trata de un concept, no me animaría a dar de baja alguna posibilidad que llegue a producirse en serie limitada en un futuro, sobre todo teniendo en cuenta la cantidad de fanáticos del modelo original (que por cierto, ya tendrán sus «buenos años» encima, así que debería apurarse Dodge…). Un modelo muy atractivo, quizás extremo y exagerado, pero que revive aquellos desmesurados años 60´s y 70´s de la industria norteamericana. Gloriosa época.
