Chevrolet Camaro. Icono del mercado norteamericano. Presentado en 1967, nació para contrarrestrar el «efecto Mustang» y que va por su 6ª generación, presentada en 2015, la que mostramos aquí hace un año. Y luego la versión Convertible (cabrio). Camaro tiene varias versiones que elevan su potencia nominal.
La variante ZL1 existió en las generaciones anteriores. En la precedente -5ª- entregaba 580 CV con un motor de 6.2 litros, V8.
La gama «normal» arranca con el 1LT, con un V6 de 3.6 litros y «humildes» 335 CV (USD 25.700 en el mercado norteamericano…). En Argentina, Chevrolet ofrece el Camaro SS (al menos hasta el año pasado), con el motor V8 pero de 405 CV.
Con la variante ZL1 «con techo» ya presentada, era el turno del convertible. Comparte el bloque V8 e 6.2 litros, llevados hasta los 640 CV (60 CV más que en la generación anterior). Opciones de caja automática de ¡10! relaciones y manual de 6. Suspensión «Magnetic Ride» con control electrónico, llantas específicas de 20″ sobre cubiertas Good Year Eagle F1 305/30R20 que se desarrollaron específicamente para el modelo.
Estéticamente, adopta (al igual que su hermano coupé) un frontal más agresivo, manteniendo las ópticas y parrilla, con modificaciones en paragolpes y capot. Atrás escapes específicos y sector bajo de paragolpes con algunos cambios. Butacas Recaro también específicas y capota de lona, obviamente. Cuenta con Grabadora de Datos de Desmpeño, en conjunto con el Head Up Display, grabando las performances en un circuito. Llegará en breve a los concesionarios norteamericanos, descartado paro nuestro mercado.
