Serie 7. El buque insignia de BMW. Al igual que A8 para Audi y Clase S para Mercedes-Benz, Serie 7 representa el escalón inicial de desembarco de nuevas tecnologías en la marca germana. Y vaya si Serie 7 ha sido precursor en este aspecto.

Serie 7 nació en 1977 (E23) desembarcando aquella primera generación en Argentina, y se ven algunas unidades aun. Recibió nuevas generaciones en 1987 (E32), de la que también llegaron algunas, 1994 (E38), 2001 (E65, la de la trompa rara) y 2009 (F01). Y en el próximo Salón de Frankfurt, que comenzará el 19 de setiembre, veremos la 6ª generación, la que a pesar de lo que sugieran las fotos, no renueva plataforma, pero adopta interesantes cambios estéticos y tecnológicos.

El actual Serie 7 es uno de los pocos modelos que no vende BMW Argentina (quizás a la espera de la nueva generación), aunque tampoco Europa, y en su lugar, en el portal oficial de la marca (en España por ejemplo) se adelanta alguna info de la 6ª generación que arribará en el invierno europeo (cerrando 2015). BMW Serie 7 2016 toma la misma plataforma del actual, aunque con no pocos cambios estéticos, a tal punto que, mirándolo en detalle, pareciera devenir de una base totalmente nueva, distinta.

Comencemos por el frontal, con interesantes modificaciones. Opticas a tono con los últimos modelos de la marca, como Serie 3, con mayor personalidad, dejando la anterior, compartida con Serie 6. Ahora son más angostas y anchas, y parrilla mejor armonizada con el resto. Discutible resolución de «los bajos» con una «parrilla» que recuerda a los últimos VW Passat, abusando tal vez de las divisiones horizontales. Como Serie 3 (uno de los precursores), capot curvo, con importante caída hacia adelante, recurso obligado para cumplir con la protección a peatones. Trompa que se ve «más enojada», buen efecto.

Pasamos a la cola, con importantes cambios también. Sector «más marcado», más cuadrado, y a la vez «menos soso» que el actual. Opticas trabajadas y uso (no abuso) de cromados. Salidas de escape con mayor protagonismo, sin exagerar ya que no es un deportivo. Sensación (solo eso) de una cola más alta que en el actual y gran capacidad de baúl, superando -cómodo- los 500 litros. De perfil, su lado más conservador, muestra unas ópticas delanteras más invasivas, y las traseras más refinadas. Salvo llantas de diseño renovado (pero no tanto) y algún aplique nuevo, el resto, inalterado.

Vamos al interior, clásico como todo BMW (incluso mantiene cierto conservadurismo que la «ultraclásica» Mercedes-Benz ha perdido) y como buen Serie 7.

A pesar que en un simple vistazo encontramos aires familiares, el interior ha cambiado y bastante. Mantiene el habitual sector central (tablero) con 2 cuadrantes principales.

La consola central ha cambiado, al igual que las salidas de climatización. De todos modos, salvo la pantalla táctil (y por aproximación), el resto no nos termina de conformar; solo en este punto preferimos la actual generación. Incluso incorpora apliques metálicos para Audio y Climatización discutibles, que desentonan con el resto. Altísima calidad percibida en materiales y terminaciones, que poco tiene que envidiar (aunque no es lo mismo, claro) a sus primos británicos de Rolls-Royce.

Serie 7 2016 ha crecido 14 cm respecto al actual, llegando a los 5.1 metros para la versión «normal» y a los 5.24 m para la «L», más pensada para el mercado chino, uno de los de mayor crecimiento para BMW. Llantas de 17 o 18″ y uso de Fibra de Carbono, Aluminio y Acero de alta resistencia, consiguiendo reducir den 130 kg el peso respecto al actual. Tendencia global bienvenida: disminución de peso (que redunda en mejores prestaciones) con cada nueva generación.

El nuevo Serie 7 se venderá inicialmente con dos opciones nafteras, una diesel y una híbrida. Entre las primeras, 740i, con el 3.0L de 326 CV y 750i xDrive, con el 4.4 litros y 450 CV.

En diesel, 730d, con el 3.0L de 265 CV. Y la híbrida 740e, con un motor naftero 2.0 de 258 CV y otro eléctrico de 95 CV, totalizando en conjunto 326 CV. Similar potencia que el 740i, con consumo y emisiones bastante menores.

En cuanto a equipamiento, todo lo esperable y conocido de un BMW, el de más alta gama. Como opción el Executive Lounge, que transforma las plazas traseras (2 en este caso) en una oficina/living móvil, con butacas con regulaciones eléctricas y masajes, tablet para comandar los mecanismos del sector y climatizador de 4 vías. Techo Sky Dome y todo el equipamiento de asistencia al conductor en seguridad activa. Imposible listar en un post.

Suspensión neumática y la posibilidad de contar con un M7 en el futuro, algo inédito en la historia de Serie 7, pero claro, los tiempos cambian y los consumidores también.

Opticas LED con opción Láser, llave/Control de tamaño generoso que permite controlar diversas funciones, entre ellas introducir y sacar el Serie 7 del garaje desde el control, sin asistencia humana. De ciencia ficción.

Nuevo BMW Serie 7 2016. Debería llegar a nuestro país en 2017, tal vez antes, si las condiciones económico/impositivas lo permiten. Ojalá.