Audi A7 (Sportback) adoptó una nueva generación hace algo menos de dos años, y en aquella nota mostramos los principales cambios. Como ocurre con todas las marcas, aquellas versiones especiales, deportivas, radicales, suelen adoptar el nuevo estilo un tiempo más adelante. Con el Salón de Frankfurt 2019 en su esplendor, Audi presenta el nuevo RS7 Sportback, que incorpora un interesante upgrade de potencia (60 CV plus no están nada mal), quedando en -nada despreciables- 600 CV provenientes del motor naftero de 4 litros, V8. Su longitud es de 5 metros.
Al igual que algunos de sus hermanos, incorpora una batería de 48 CV, con un alternador/motor que aporta al conjunto, consiguiendo mejorar, levemente, las cifras de consumo y emisiones contaminantes. Caja automática de 8 relaciones y tracción quattro, configurable hasta un 85% al tren trasero para aumentar la diversión a bordo. Suspensión neumática adaptativa, frenos carbocerámicos y tren trasero direccional aportan eficiencia y seguridad al conjunto, algo bienvenido en un modelo que puede llegar a los 100 km/h en 3.6 segundos. Cuenta con los modos RS1 y RS2 (a través de sendos comandos) que explotan las capacidades deportivas hasta sus límites.
Estéticamente, y comparado con la anterior generación, aplican los mismos conceptos vertidos en la nota de presentación del A7 Sportback, con algunos aditamentos. Nueva parrilla, más «apaisada», trompa más angulosa, sector antinieblas más agresivo y una imagen general algo ¿diabólica?. Atrás continuidad de ópticas a lo ancho, también con un diseño más limpio, y más «gordo», más deportivo. Perfil mantiene el concepto original. Adentro cambios radicales completos. Tablero digital, pantalla central integrada, consola central con tercer pantalla, todo nuevo. Digital, futurista, pero manteniendo la calidad percibida. Audi Argentina ya vende el nuevo A7, aunque resulta poco probable (casi descartado) que incorpore el RS7 Sportback.