Espace marcó un hito en el mundo del automóvil (así la adjetivo) al crear el primer monovolumen de la historia, nada más y nada menos. Sí, es cierto, hay un par de cuestiones que pueden discutir este título. Por un lado Dodge Caravan en el mercado norteamericano (y sus hermanos Chrysler y Plymouth), a la que muchos atribuyen como la realmente iniciadora del segmento. En todo caso, ambos se lanzaron en 1984, uno en el viejo continente y el otro en América del Norte. Pero hay otro actor de mayor relevancia (histórica), el Volkswagen T1/Combi, con varios años de ventaja.
Claro, podríamos decir que tanto Espace como Caravan reinventaron el concepto de monovolumen, haciendo de él algo atractivo, más dinámico, confortable y más familiar. Como sea, hablando de la francesa Espace, que luego de un período de ausencia, tras el último modelo anterior, reapareció con un formato SUV inédito (para su historia), dejó su huella emocional con un concept que se hizo conocido por la pasión por las carreras, en este caso la Fórmula 1, que con tanta magia nos transmite Fernando Tornello, Aquella Renault Espace F1 resultaba literalmente intimidante. No solo por su aspecto, cercano al mundo de la competición, sino por su mecánica: un motor RS5 V10 de 3.5 litros y 820 CV.
L´automobile, medio francés, imaginó una reencarnación de aquella Espace F1, tarea bastante compleja (un eventual desarrollo, no una recreación), y por varias razones. Por un lado, el concepto «monovolumen» prácticamente ha desaparecido, y también en Renault. De hecho Espace ha vuelto a la vida, pero SUV. Por el otro, porque el aspecto de la nueva generación, interesante, no deja mucho espacio para convertirla en un «Safety Car» de la F1. Aquella de 1994, que cumple 30 años (y 40 años Espace) realmente era espectacular. ¿Que motor potente se le podría poner a una actual Espace F1? Complicado. De todos modos, Renault no tiene planes de resucitar al icónico concepto, aunque podemos soñar con ello.