Sí, resulta algo extraño que Hyundai apueste (siga apostando) por sedanes deportivos, dupla en franca extinción en la actualidad. De todos modos, siendo el grupo Hyundai (+KIA+Génesis) el tercer mayor productor mundial de automóviles, digamos que debemos creer en su «instinto», y le creo. Aun así, está claro que este segmento está en descenso, al igual que el de los hatchbacks, rurales, y otros históricos. Hoy todo pasa por pickup y SUV, y eléctricos. Pero, con los e-fuels y bio combustibles (dos cosas distintas), creo que hay esperanzas para aquellas duplas. Volviendo al Hyundai Elantra que nos ocupa en este caso, la marca coreana presentó hace unos días el restyling de la actual generación, muy interesante por cierto.
Y ahora es el turno de conocer la versión deportiva N, que seguirá en el portfolio de la automotriz, al menos hasta que finalice su actual ciclo comercial (2026 diría). Y es una excelente noticia para los más fierreros. Respecto a su estilo, toma la base del Elantra reestilizado, claro, con los aditamentos habituales de la división N. El sector frontal cambia levemente: parilla y paragolpes; poco más. Atrás sucede algo más profundo, modificando faros traseros y paragolpes, lo que sumado al alerón, lo aleja visualmente de las versiones «normales». No hay imágenes del interior, pero no se esperan cambios importantes; los habituales que pasan por detalles y colores.
Suficiente, subjetividad mediante, para aquellos que preferimos la filosofía «lobo con piel de cordero», aunque este Elantra N no es ni tan lobo por dentro ni tan cordero por fuera. No hay datos técnicos, aunque mantendrá la actual mecánica, compartida por otra parte con el resto de los Hyundai N, y nos referimos al «4 cilindros – 2 litros» de interesantes 280 CV, con opciones de caja manual de 6 relaciones o de doble embrague de 8, bastante más eficiente. Con esta mecánica, mantendrá los 5.3 segundos para llegar a los 100 km/h, valor para nada despreciable, ¿no? Hyundai no vende Elantra en nuestro país, aunque alguna vez lo hizo.