Solemos anticiparnos a las noticias finales, a los hechos. Hace más de dos años nos preguntábamos si Alpine sería la encargada de desarrollar un R5 eléctrico más picante, como hizo en los años 70 a partir del seguro éxito que tendrá la reencarnación del mítico modelo francés. A fines del año pasado, Alpine tomaba la posta que dejaba la extinta Renault Sport, como parte del plan estratégico Renaulution, y los modelos RS (Clio, Megane) pasarían a ser desarrollados por Alpine. Hablamos de eléctricos, claro. Alpine tiene sus propios desarrollos completos, y así presentaba hace poco menos de un año el A110 e-ternité. De todos modos para Renault, me animo a decir, es casi más importante la impronta de Alpine sobre sus modelos, que los propios de la marca deportiva.

Tal como habíamos anticipado, Alpine presentó, en formato concept, el A290 B, la reencarnación del R5 Alpine, interesante aparato en esta nueva etapa eléctrica del automóvil. Y tal como habíamos comentado hace tiempo, también Alpine prepara un Megane E-Tech deportivo. El nuevo Megane E-Tech Alpine será presentado en 2024, tal vez algo antes, y será el encargado de mostrar la parte más deportiva del modelo. Claro, suena raro (hoy ya no) hablar de un modelo prestacional con formato SUV, pero bueno, es así. El nuevo modelo, el segundo de Renault en la nueva era Alpine, pasará de los 218 CV del Megane E-Tech más potente, a unos 300 CV (que podrían ser incluso hasta 350 CV o más), tomando la mecánica de su primo hermano Nissan Ariya (comparten plataforma), en este caso con tracción integral y una puesta a punto visual deportiva aunque no extrema; seguramente más sobria que lo que muestra la imagen de portada.