Sobre la base de la Toyota PHEV (híbrida Plug-in) que mostramos hace unos años, la marca presentó una variante de concepto, preparada para el terreno duro, bautizada RAV-X, en el marco del SEMA Show. Y aunque está diseñada pensando en el Dakar, no competirá en la máxima competencia del off road, y tampoco pasará a producción. Simplemente es uno de los tantos ejercicios visuales (y mecánicos) que las marcas aprovechan para presentar en el SEMA. RAV-X fue diseñado por la División de Carreras de Toyota Norteamérica con el motor que lleva la variante PHEV; 302 HP combinados entre térmico y eléctricos.
Las diferencias visuales no son enormes. Neumáticos 265/65R17 preparados para el trato duro y especiales llantas en blanco, muy atractivas. Protectores de aluminio en los bajos, adhesivos varios, ausencia de cromados y algunos elementos adicionales menores (exteriores). No hay imágenes del interior aunque se supone será minimalista y de competición. Mecánicamente, la suspensión es específica de mayor recorrido, con amortiguadores regulables y refrigerados (no por agua, claro). Mayor despeje (5 cm) y en un ensanche de vías de 16 cm. Gran alerón trasero y una apariencia deportiva y atractiva. Un concepto, ¿por ahora?