Hace algo más de 4 años, Ford presentaba el restyling del Focus (ver nota), en el pasado exitoso modelo, y que se sabía sería el último en su vida comercial, a través de 4 generaciones, las primeras 3 fabricadas y vendidas en Argentina. Los tiempos cambian, frase remanida pero más cierta que nunca. Si bien los eléctricos y China son, creo, los dos principales factores del ocaso de muchos modelos históricos, tal como los conocíamos, la debacle del Focus y de tantos otros modelos, comenzó antes, y tuvo que ver con el auge (más vigente que nunca) de SUV y crossovers. Bueno, tal como lo habíamos adelantado (ver nota), llegó el día final.
Y el último Ford Focus salió de la línea de producción de su Alemania natal (más allá que se vendió en muchos y diferentes mercados). ¿Cuál será su futuro?, ¿uno como el del Golf, que volverá eléctrico y más adelante (aunque no está del todo claro)? No se sabe. Hasta hace un año, me hubiera animado a asegurar que tendría, en el mejor de los casos, un sucesor eléctrico y crossover. Hoy, con la realidad vigente y el rumor reciente respecto a que el Parlamento Europeo podría rever el límite 2035 para motores térmicos e híbridos, no me animo a asegurar su futuro.
Aunque el nombre Focus no es tan icónico como Fiesta (que volvería como casi clon del futuro Volkswagen ID.2), seguramente no lo dejen morir (al nombre). Y entonces podríamos imaginar un futuro crossover (se habla de España como posible país de producción) eléctrico, con base VW, pero claro, está todo tan «revuelto» en la industria automotriz, que una variante híbrida no resultaría para nada descabellado. Lo cierto es que el Focus, tal como lo conocemos, pasó a mejor vida, con futuro incierto, y no deja de ser una noticia triste.









