La nueva Ford Ranger está causando sensación en los diferentes mercados en los que se comercializa. No se que la anterior fuera mal producto, pero con esta nueva generación, Ford puso «toda la carne al asador». En el mercado norteamericano, Ranger se vendió en el pasado, por ejemplo en la vieja generación, aquella cabina y media que tuvimos en Argentina en versión XLT con el motor de 4 litros, muy atractiva, y bien vendida en estas tierras. Luego desapareció del mercado norteamericano y ha vuelto para ganarse un lugar en el mercado. Claro, allá son más buscadas las F-Series, pero igual, Ranger avanza.
Ni hablar en otros mercados como el nuestro. Y en esta ocasión, un particular en Tailandia, tomó una Ranger cabina extendida (popular en algunas mercados, no acá) y le aplicó cirugía mayor, para mostrarla visualmente similar a a la actual generación. Y la verdad es que el resultado es espectacular, teniendo en cuenta las limitaciones de forma y tamaño de 3 generaciones pasadas y de un trabajo artesanal. De frente me animo a decir que podría sorprender a más de un desprevenido, pensando que es la actual Ranger. Claro, el lateral cabina y media le quita el disfraz, y de atrás también un logrado acercamiento visual con la actual.
Adentro ya es más complicado, así que butacas nuevas y no mucho más. Claro, el motor es el original 2.5 diesel de… 88 CV, lejos de los (hasta) 250 CV de la actual. En aquel vano motor no entra el nuevo motor. El responsable de la transformación estudia colocarle un turbo para llevar a unos 110 CV/120 CV más dignos. El costo total (compra del modelo viejo más la transformación) es de míseros USD 5.500. Nada . La suspensión está elevada y monta enormes neumáticos sobre llantas de 18″. Ese particular estudia ofrecerla comercialmente.