Subaru, debo reconocer, es una de las marcas que mayor respeto me merece. Por varias razones, pero quizás la principal tiene que ver con su respeto a sus convicciones. Siguen fabricando modelos con motor boxer, con tracción integral, y a nivel estético, con una importante dosis de ortodoxia. De hecho, junto con Mitsubishi, y alguna más, es una de las pocas que no se deja llevar por modas y tendencias, como sí lo están haciendo casi todas las automotrices. ¿Esto es bueno o malo? Quizás ni lo uno ni lo otro; simplemente es una forma de entender al automóvil, y merece mis respetos. Mal no le va. Aunque nunca ha sido best seller, y sus volúmenes de venta son reducidos, tampoco la ha pasado realmente mal.
Y Outback es uno de sus modelos más importantes; no tanto en Europa o Asia pero sí en los Estados Unidos. Y la web norteamericana ya muestra como adelanto al Outback 2023. ¿Que cambia? No tanto, es solo una puesta al día. Nuevas ópticas, parrilla, paragolpes, mostrando una nueva cara, quizás algo recargada, con «demasiada tensión» como suelen decir los diseñadores. Más moderna y más personal, sin dudas. Atrás leves cambios en faros y en el interior, solo detalles. Tampoco cambian los motores, el 2.5 de 182 HP y el 2.4 turbo de 260 HP. Caja CVT y tracción All-Symmetrical Drive, como es habitual. La renovación debería llegar al Outback que se vende en Argentina, aunque no me animo a confirmarlo, al menos para este año.