Audi Q5. El «segundo Q en la historia Audi». Q7 había iniciado la saga. Algo similar a lo ocurrido con Mercedes-Benz y BMW, cuyos primeros SUV fueron de las series más grandes, y luego fueron incorporando las más bajas. Q5 nació en 2008 y compite directamente con BMW X3 y Mercedes-Benz GLC, dos contrincantes de peso.
La gama normal Q5 en Europa cuenta con mayoritarias opciones diesel. 2.0 TDI de 150 CV y 190 CV, 3.0 TDI de 245 CV y nafteras 2.0 TFSI de 177 CV y 211 CV.
Por encima de ellas, el SQ5 TDI, con 313 CV y una alternativa «upgrade» denominada «Competition» con 326 CV, trepando hasta los USD 80.000. Es cierto, en Argentina, el A3 «normal» cuesta eso, pero, entramos en el intrincado tema de impuestos y asimetrías.
Pero, como si el SQ5 TDI Competition de 326 CV no fuera suficiente, Audi está lanzando el SQ5 TDI plus, con un «plus» de potencia, de exactamente 14 CV, llegando a los 340 CV, y espectaculares 700 Nm de torque, haciendo sonrojar al 3.0 TFSI, no solo por los 68 CV plus, sino por la enorme diferencia de torque. Con este motor, el Q5 acelera de 0 a 100 km/h en solo 5.1 segundos (apenas medio segundo más que un Porsche 911 Carrera), y lo más sorprendente, con un consumo en ciudad que apenas supera los 8 l/100 km.
La nueva variante, SQ5 TDI Plus, estrena llantas de diseño específico, de 21″ y entre su equipamiento aparece: Xenón Plus, Audi Active Lane Assist, Audi Side Assist, Adaptative Cruise Control, Audi Parking System Plus, y bastante más. Alta seguridad. Su diseño exterior es bastante «limpio», con parrilla con detalles específicos, las enormes llantas mencionadas, pinzas de freno Brembo coloradas, y 4 salidas de escape traseras. Muy logrado. No llegará a Argentina.