Sí, es por las bajas ventas del modelo, claro. Pero por razones más ajenas que propias. Para comenzar, convengamos, el mercado norteamericano es afecto a modelos de grandes dimensiones, y si bien, por ejemplo, se vende nuestra (ex) conocida Ford Ecosport, las preferencias pasan por modelos de mayor tamaño. Por otro lado, en aquel mercado, Renegade tiene un precio inicial cercano a los USD 28,000, muy similar (incluso levemente superior) al de Compass, modelo posicionado un escalón por encima. Situación muy distinta a la de nuestro país (distorsión impositiva mediante), donde Renegade Sport parte de los $ 10 millones, mientras que Compass arranca en $ 22 millones, números redondos.
Esto explica que, en 2016, en Estados Unidos se vendieron 106,600 Renegade, mientras que en 2022, solo 27,500, prácticamente la 1/4 parte. Y sigue en descenso. Por lo tanto, Renegade finaliza su ciclo en el mercado norteamericano (y el canadiense). Si bien es cierto que Cherokee tampoco se vende actualmente, volverá electrificada en un par de años. Poco probable es que similar camino tome Renegade. Jeep anunció que el modelo seguirá vendiéndose (con gran éxito) en muchos otros mercados mundiales en los que resulta de vital importancia para la marca. Entre ellos el argentino.