Se sabe que, dentro de la nueva estrategia de Renault, en lo que hace a la faz deportiva, tanto respecto al mundo de la competición como a los modelos de calle potenciados, está la de presentar un Renault 5 eléctrico más picante, firmado por Alpine, justamente. La parte alta está cubierta, digamos. Pero mientras prepara con bombos y platillos ,el desembarco de la reencarnación del inolvidable R5, también prepara la versión de acceso a la gama, algo imprescindible en todo modelo; no todos comprarán las versión más caras, prestacionales y equipadas. El R5 eléctrico «normal» compartirá motor con su posterior hermano R4, y será el conocido de 130 CV, presente en el Megane E-Tech más accesible.
Además, habrá una preparada por Alpine, como mencionamos, y que utilizará el motor de 220 CV del Megane E-Tech más potente, (el que tendrá, a su vez, una versión Alpine también). Quedaba desierta la parte baja de la gama, la que será cubierta con una versión menos equipada, con ausencia de algunos detalles estéticos, y un motor menos potente y/o una batería de menor autonomía. Renault tenía la idea de colocar una batería bastante más barata, de Fosfato de Hierro y Litio, pero resulta muy voluminosa y de menor eficiencia, claro. Seguramente mantenga la de iones de litio del resto de los R5, pero (siempre hay un pero), su costo le complicará la vida a la hora de ofrecer un R5 eléctrico de entrada de gama de 25,000 euros, algo que resulta complicado, pero así fue anunciado por el propio Luca DeMeo. Veremos cuando se presenten las unidades de producción, si cumple con su palabra el líder de Renault Group.