A comienzos de 2020, BMW presentaba el i Hydrogen Next, concepto que preparaba el camino para su modelo a hidrógeno y SUV, el X5 que estamos mostrando, que en realidad se llama iX5 por su movilidad eléctrica. Pero, ¿cómo?, ¿es a hidrógeno o eléctrico? Bueno, hay que tener en cuenta que el hidrógeno encuentra 2 principales modos de utilización en la industria automotriz. Como combustible «líquido», similar a los combustibles fósiles en cuanto a que utiliza un motor de combustión interna, y como celda de combustible, en el que es utilizado para generar electricidad, la que carga las baterías que mueven a dicho modelo. Este ultimo es el modo más desarrollado y más cerca de llegar al mercado, si bien ya existen algunas opciones, como el Toyota Mirai.
A comienzos de este año contábamos que el BMW X5 preparaba un restyling, el último de su vida comercial, antes de una nueva generación eléctrica hacia 2025, si bien creo tendrá también alguna versión híbrida, para no abandonar de plano a los motores a combustión. BMW está iniciando la producción del nuevo iX5 a hidrógeno, aunque por hora serán unidades de prueba para acumular información que permita venderlo de manera oficial en un par de años, estimándose que hacia 2025 ya comenzará su ciclo comercial. La celda de combustible está asociada a una batería de 400 V y cuenta con tanques de hidrógeno en el lugar donde iría el túnel de transmisión en el X5 «normal». Esta tecnología se está desarrollando en conjunto con Toyota y es una alternativa a los eléctricos con recarga en la red. ¿Virtud y defecto principales? Los tiempos de recarga son bastante menores a los eléctricos recargables pero el hidrógeno es más difícil de manejar, almacenar, manipular y no tiene hoy una red de estaciones mínimas.