AMG es la división de performance de Mercedes-Benz, por si alguien no lo supiera. Nació casi en un taller pequeño, como tantos nacimientos de automotrices y diseñadores. Con el tiempo se convirtió en una división importantísima para el grupo Daimler. Lo cierto es que, justamente a partir de su éxito y repercusión, AMG fue abarcando todo el portfolio Mercedes-Benz, y hoy ofrece cerca de 30 versiones. ¿Esto es malo? Claro que no, pero en todo caso implica una mayor inversión, y además se pierde cierta exclusividad. Nadie puede dudar que, a pesar se seguir siendo productos altamente deseados, hoy AMG es menos exclusiva que antes.
AMG, como todas las automotrices y divisiones, se reestructurará fuertemente, algo obvio teniendo en cuenta, por ejemplo, el avance de la electrificación. Los modelos eléctricos de Mercedes-Benz también contarán con versiones más prestacionales by AMG. Sin embargo, serán bastante menos que las actuales, y además con una mayor personalización estética, y también con algunos materiales más exclusivos. No digo que hoy los AMG sean solo modelos más potentes, pero la idea es que se diferencien más de los Mercedes, cuantitativa y cualitativamente. ¿Cómo serán los AMG eléctricos? Esperamos ansiosos sus primeras presentaciones.