Bueno, no exactamente contra los vehículos eléctricos, siendo uno de los países (sus automotrices) que más ha invertido en la movilidad eléctrica. Sobre todo el grupo Volkswagen y Mercedes-Benz. Luego vino el «parate» en las ventas de EV, que si bien se está revirtiendo, muchos advierten que el horizonte 2035 definido por el parlamento europeo, como final para los motores térmicos (incluso híbridos) aparece como muy cercano, dadas todas las cuestiones a resolver aun, y de diversa naturaleza, tipo y gravedad. Y como otros antes, no está en contra de la movilidad eléctrica sino de la abrupta transición.
Pero como si no bastasen las voces de altas autoridades del mundo del automóvil (Toyoda de Toyota, De Meo ex de Groupe Renault, Källenius de Mercedes-Benz, Tavares ex de Stellantis, etc.), comienzan a sumarse voces gubernamentales. En este caso, la del canciller alemán, Merz, quien también advierte sobre los riesgos de la rigidez del plazo 2035 fijado por el parlamento europeo. «Se necesita una regulación inteligente, fiable y flexible» expresó. «Deseo que Europa levante la prohibición 2035″, frase terminante y hasta desafiante. Agregó, «los motores diesel son necesarios en la automoción y el mundo comercial». «No deberíamos prohibir sino facilitar tecnologías, y ese es y será mi objetivo». Clarito como el agua…