¿Estamos cerca del auto «autónomo» o es más un vínculo emocional ligado a la ciencia ficción?
Como repiten quienes lideran estos proyectos (Mercedes-Benz, Google, Volvo y otros), el límite real y determinante -hoy- está dado por la legislación actual de muchos países que no permite (o no está tan claro) «conducir» autos «manejados» por sí mismos.No vamos a descubrir la trayectoria de Mercedes-Benz con la seguridad. Desde haber aplicado el ABS para automóviles hasta nuestros días, la marca alemana ha patentado y desarrollado una buena cantidad de sistemas para la seguridad pasiva y activa a bordo de sus creaciones. Y sigue innovando y aplicando tecnología; basta con observar el equipamiento en la materia de Clase A, su modelo de entrada, para comprender que la seguridad convive con Mercedes-Benz, no solo con sus modelos más costosos.El selecto Clase S (cuya historia comienza en 1954 con aquel «Pontón» de ópticas redondas), ya cuenta -de serie- con una parafernalia tecnológica en seguridad y confort. Múltiples sistemas que bien podrían otorgarle el título de «El auto más seguro del mundo», aunque, si hubiera un jurado a tal fin, encontraría una terna final con diferencias mínimas. Uno de sus elementos más importantes es el «Distronic», que funciona con el Control de Velocidad crucero, y que «regula» casi instantáneamente la velocidad en función de los obstáculos (otros vehículos, peatones, etc.) que encuentre a su paso.
A partir de este sistema y conservando otros que equipa el modelo de serie, Mercedes-Benz desarrolló el S500 Intelligent Drive, al que agregó 2 radares laterales, 1 cámara con visión 90º y 1 cámara trasera, además de modificar varios elementos, entre ellos la disposición de los sensores «estereofónicos», así llamados ya que, al igual que con la música, dan una sensación de 3 dimensiones.
El nuevo Mercedes «autonomous» trabaja en 3 niveles de asistencia:
Parcialmente Autónomo (exige supervisión permanente del conductor)
Altamente Autónomo (el conductor deber supervisar algunas funciones especiales)
Completamente Autónomo (que no requiere atención y hasta puede funcionar sin conductor)Mercedes-Benz realizó un trayecto de 100 km, mixto, en el que el Mercedes-Benz S500 Intelligent Drive se condujo solo (ver video) por rutas y calles citadinas, con absoluta normalidad, y lo que es más importante, bajo seguridad total. Si bien el prototipo (son 3 en realidad) no está comercialmente a la venta, tuvo como objetivo demostrar que la conducción autónoma es técnicamente viable. Y de hecho, el auto se condujo sin asistencia humana superando todo tipo de obstáculos de los que se encuentran en el tránsito habitual. Prueba demostrada.Uno de los desafíos que surgen a partir de esta realidad es la de adecuación de las leyes de tránsito para permitir esta «autonomía» del automóvil. Y más importante aún, con qué gradualidad se irá permitiendo. Desde Mercedes-Benz aseguran que el paso a la conducción autónoma será gradual y llevará varios años. No solo por la puesta a punto de los sistemas y la adecuación de normas, sino también por el placer de conducción; muchos conductores no dejarían de manejar por el simple placer en la conducción, y más a bordo de modelos de esta marca premium.
Clase S se vende en Europa desde USD 120.000, llegando al S500 que cuesta USD 180.000, sin contar las versiones «L» (largas) y otras especiales (S63 AMG L a USD 250.000). En Argentina, el S500 (está desembarcando la nueva generación, recién estrenada en Europa) se vende a USD 215.000, con un volumen de ventas bajo, razonable para el segmento de mercado al que apunta.¿Tendremos un S500 Intelligent Drive en Argentina?
Teniendo en cuenta el tiempo que transcurrirá hasta que llegue a las líneas de producción europeas, arriesgaría un «sí» como respuesta, aunque no antes de 2020..