Los SUV´s de alta gama ya no son -solo- «una moda» a la que conviene seguir, de acuerdo a lo sugerido por el área de marketing de cada empresa. Se han instalado, y acaparan buen parte de las ventas de las automotrices, incrementando notablemente la «buena salud» del negocio, condición necesaria -nos guste o no- para que un proyecto sea desarrollado y comercializado.
Sin mencionar aquellos modelos pertenecientes a compañías que han hecho de los 4×4 su «leimotiv», como Range Rover o Jeep, y solo concentrándonos en el mundo luxury, encontramos cada vez más opciones en el mercado. Uno de los pioneros fue VW Toaureg en 2002 (no premium pero que derivó en dos productos de ese mundo), dando inicio a una saga muy prolífica.
La herencia está conformada por Porsche Cayenne (2003) y Audi Q7 (2006). BMW, que ya venía produciendo SUV´s, se despachó con la X6 en 2008 y en pocos años el universo se completará con los Lamborghini Urus, Bentley SUV (también Rolls Royce), Alfa Romeo y Maserati Kubang (o Levante).
Y en este contexto tan prolífico, Jaguar no quería quedarse afuera (mucho menos estando junto a Rover bajo el paraguas de Tata, y por ende, con toda la facilidad para compartir plataformas y tecnologías) y acaba de presentar el C-X17 Concept, que si bien no se sale demasiado de lo visto en algunos competidores de los mencionados, supone un escalón más arriba en cuanto a refinamiento y tecnología.
Jaguar, que nació en 1922, aunque como tal recién luego de la 2ª guerra mundial, y pasó por diferentes manos (BMC, Ford y ahora Tata), desarrolló una estructura en aluminio para el C-X17, y estará equipado con motores diesel y nafteros, con altas potencias previstas. Su longitud es de 4.78 m y llaman la atención -instantáneamente- sus enormes llantas de 23″, las que seguramente, pasarán por los jíbaros en la versión de producción que, probablemente, llegará en 2015.
Su estética exterior no es absolutamente innovadora, y no tendría porqué serlo como condición necesaria de éxito. Tiene su personalidad, sobre todo en ambos extremos, con ópticas de tamaño pequeño, acorde con los últimos desarrollos Jaguar, como XF y XJ, sin olvidar el espectacular concept C-X75, ultra deportivo híbrido, de altas performances. No se lo percibe «tan SUV» como algunos de sus rivales, y presenta cierta asociación con las Station Vagon de la marca (XF Sportbrake) y algunas alemanas, salvando las distancias. En el mundo SUV, se asemeja al próximo Maserati Kubang, aunque los mundos inglés e italiano no compartan demasiado desde la estética, sí desde el magnetismo que generan.
Pocos son los datos técnicos disponibles del C-X17, y a medida que nos acerquemos a su probable fecha de producción (no confirmada pero viable), se irán develando mayores aspectos de sus mecánicas y equipamientos. En Argentina, Jaguar (al igual que Volvo y Land Rover) es importado y comercializado por el grupo Ditecar, y son vendidas las versiones XF, la radical XF-R y la coupé XKR. Teniendo en cuenta la muy probable decisión de pasar el C-X17 a producción en Inglaterra, no me animo a descartar el nuevo modelo para Argentina durante 2015. Ojalá.
