Alpine tuvo su etapa de gloria en el mundo de la competición, aunque en el siglo pasado. Absorbida luego por Renault, se mantuvo en vida vegetativa un buen tiempo, salvo algunos modelos prestacionales de la francesa, «puestos a punto» por Alpine. Allá por 2012 contábamos brevemente su historia y acerca del bestial A110/50, homenaje al recordado A610. Con el nuevo y ambicioso plan Renaulution presentado por el no tan nuevo «mandamás» de Groupe Renault, el ex SEAT Luca De Meo, la rama deportiva del grupo toma nuevos bríos. Por lo pronto desarrollará una potenciada versión eléctrica del próximo R5, y también presentaría una variante más potente del nuevo Megane E-Tech.

Presentado en 2017, el Alpine A110 se convirtió en un nuevo producto, prestacional sí, pero más terrenal que el A110/50. En 2019 la (ahora) marca presentaba el A110S, con el motor 1.8 TCe de origen Renault y una potencia de 292 CV, interesante por sí misma, pero más aun por el bajo peso del conjunto, convirtiéndolo en un rival del Porsche 718, en prestaciones y en precio. ¿Puede un Alpine competir «de igual a igual» con un Porsche? Bueno, es otra discusión, pero lo cierto es que resultan similares en muchas mediciones.

Alpine cuenta hoy con 3 versiones: A110, con 252 CV, A110S, con 300 CV y A110 GT con similar potencia. Con este motor consigue llegar a 100 km/h en 4.2 segundos, cifra más que interesante. El Alpine A110 2022 solo presenta una leve mejora en potencia (unos 8 CV y 20 Nm adicionales), aunque a nivel estético no muestra diferencia alguna, solo la posibilidad de montar un kit aerodinámico como opción. En el interior una nueva central multimedia. Nada más. De todos modos, aunque con algunos añitos a cuestas, el A110 se muestra vigente, actual, atractivo. El futuro de Alpine, como el de tantas otras automotrices, pasará por lo eléctrico, pero por ahora, tenemos el A110 naftero, aunque lejos de Argentina, y cada vez más.