INTRODUCCION
Es cierto, Pulse es un viejo conocido a estas alturas, al menos para Automotiva. En la primavera de 2021 Fiat lo presentaba en Brasil, y un año más tarde nos subíamos a la versión Drive CVT, dejándonos una muy buena impresión, con un andar y terminaciones superiores a las de nuestro Cronos, y no porque estas sean malas ni mucho menos, y por algo su éxito comercial. Comercialmente le va mejor en su Brasil natal, algo que tiene que ver también con la baja disponibilidad de volumen en nuestro país. En el acumulado 2024 está en el puesto 18 en la general, aunque su primo hermano Fastback, recién presentado, está en el 15.

Pero luego hicimos varias experiencias a bordo de Pulse, como una escapada a los Saltos del Moconá, o a la puntana San Francisco del Monte de Oro, por citar algunas. Pero claro, subirnos nuevamente a un Abarth, si bien regional, luego de aquella «Bomba italiana» Abarth 595 Turismo que probamos, no dejaba de ser una tentación. Con un motor de 1.3 litros, turbo y 175 CV, bastante más que los 99 CV del Pulse mencionado. En el otoño de 2022 adelantábamos su diseño final, interesante. Vamos al test.

DISEÑO EXTERIOR
Aunque con pequeñas modificaciones visuales, siempre los Abarth se muestran muy atractivos, deportivos, racing, como preparados para ir a la pista, y esta no es la excepción. No me terminan de convencer las llantas en negro (gusto personal) pero el conjunto está muy bien logrado. Abarth tiene dos características centrales: un estilo deportivo y agresivo pero racional y prestaciones interesantes. Y este Pulse Abarth cumple ambas premisas. En el mundo deportivo no existen los cromados (o plásticos estilo cromados) y sí abunda el negro. Escudo Abarth y modificaciones muy visibles en parrilla y paragolpes. Efecto logrado. Atrás los cambios son menos perceptibles; el lógico del logo y marca y los bajos del paragolpes, con sendas salidas de escape (terminaciones). Más agresivo, más deportivo.

En el lateral, cambios menores pero bien visibles. Techo, espejos y pilares (A, B y C) en negro, al igual que las vistosas llantas que, insisto, no me convencen estéticamente. Unas color aluminio o grafito le hubiesen sentado mejor, subjetividad mediante. Me gustaría ver el resultado con todo en rojo (techo). Llantas más grandes, neumáticos más llenadores, apliques en plástico negro y calcos alusivas a la marca del escorpión. Nuevamente, efecto logrado. Gomas Dunlop SP Sport MAXX D50+215/50R17. Menor altura al suelo. Ingresemos al Abarth Pulse.

PUERTAS ADENTRO
Comencemos por algo obvio: al menos en cuanto a espacio disponible y en general, no hay diferencias con el resto de la gama. Sí las habituales en Abarth: volante, butacas, y logos e insertos, personalizando su percepción interior. El acceso es sencillo y lo primero que notamos es que la postura de manejo es alta: algo lógico siendo SUV; no tanto tratándose de una versión deportiva. Destaca el botón «Poison en el volante, algo así como un modo «sport». Personal tramado en el sector medio. Me llamó la atención la franja plástica horizontal, de color rojo apagado, ¿no quedaría mejor rojo brillante como el resto del auto? Otro cambio que hubiera aplicado, subjetividad mediante) es el reemplazo de tanto «piano black» por algo más estilo aluminio o fibra de carbono (percepción al menos). Pero en general, al igual que en los demás Pulse, un atractivo y bien terminado interior.

Butacas en cuero, más deportivas, muy cómodas y con apoyacabezas que cumplen perfectamente su función (no siempre ocurre). Panel de puertas algo pobre, característica habitual en el mundo del automóvil. No esperaba materiales blandos pero quizás podría haber recibido un tratamiento más diferenciador, más deportivo. Me llamó la atención la dureza del accionamiento para regular la altura del volante, detalle menor de todos modos. El tablero muestra un aspecto algo pobre, si bien presenta 3 diseños similares, pero podría aprovechar más el ancho de la pantalla. De todos modos, bien visible, con cuenta vueltas como protagonista y presión del turbo (¿para qué?), y también un gadget atractivo: indicador de energía utilizada en cada momento (que en realidad es potencia). Los indicadores digitales verticales de combustible y temperatura no son tan visibles de día, como el resto de los modelos de Stellantis con esta configuración.

La pantalla central es de buen tamaño, bien integrada visualmente, con navegador integrado (bien). Buena calidad de presentación, info que no sobra, pero suficiente y climatizador con un mix de mandos físicos y virtuales. Bastante práctico. Freno de mano eléctrico en consola entre asientos. Práctico pero prefiero comando manual, al menos en un deportivo. Caja automática de 6 relaciones, bastante eficiente y con pomo ergonómico. Tiene comando secuencial y también se puede accionar desde las levas en el volante. La verdad es que en los automáticos, casi nadie usa la opción secuencial, salvo al principio para «jugar» un rato. De todos modos la posibilidad está. Buena posición de manejo, aunque alta y buena presentación interior general.

En las plazas traseras no sobra el espacio aunque es razonable para un B-SUV. Asiento trasero algo durito pero cómodo, con 2 puertos USB y salidas de climatizador, bien. Buena altura a techo. El espacio de carga es bastante uniforme y práctico para cargar objetos, ayudado por la presencia de un auxilio temporal 125/80R16. Buena terminación aunque debajo de la alfombra, la pintura es de menor calidad, como en muchos modelos. En el otro extremo, el capot no tiene aislante interior, algo que no molesta en este caso, justamente por el sonido del motor (y del escape). Motor capsulado, con logo Abarth fluidos a mano. El capot presentaba un leve «juego» cerrado, sin llegar a molestar, pero creo era algo inherente a la unidad probada.

EQUIPAMIENTO
Lo considero interesante, sin descollar. Cumple. A ver, en Confort, Plegado automático de espejos, sensores de lluvia y crepuscular, ingreso sin llave y con detección de presencia, butacas y volante en cuero, navegador, modo Poison, climatizador y algo más. En Seguridad, Asistente de arranque en pendiente, 4 airbags, frenado autónomo de emergencia, mantenimiento de carril activo. Insisto, no deslumbra pero cumple acorde a lo que se espera en el segmento.

EN MARCHA
Arranque instantáneo y algo ruidoso en ralentí. El 1.3 de 175 CV no es el mas silencioso pero en esta versión seguramente no molestará a sus propietarios. El confort de marcha es muy bueno, quizás levemente inferior a sus hermanos, en parte por un menor perfil de neumáticos y una puesta a punto más deportiva. Solo criticaría una leve «sequedad» de los trenes rodantes ante un lomo de burro, pero nada insoportable. La caja AT se percibe más que la CVT en ciudad, pero resulta muy confortable también. Y donde le saca una diferencia enorme es en el manejo deportivo (al fin y al cabo el destino de este modelo, al menos en los papeles), siendo bastante rápida, con un leve patinamiento a bajas rpm. A velocidades legales se siente muy poco ruido, a pesar de su escape diferente. Claro, al pisarlo se disfruta y mucho en todo sentido, también en los oídos.

En modo poison el disfrute es alto, en sectores trabados, con subidas y bajadas, curvas y contracurvas como en las sierras cordobesas, donde me sorprendió su eficiencia mecánica. Se disfruta en estas condiciones y mucho. Además, al frenar realiza los rebajes necesarios de manera automática. Buenas luces, buenos frenos (a pesar de campanas traseras), todo acorde a su segmento y precio, claro, que dicho sea de paso no es muy diferente al del Impetus CVT 1.0. Lo probé muy poco en caminos de tierra pero se lo sintió a gusto y son alta sensación de robustez estructural. Respecto a consumos, en ruta a 110 km/h llega a 16 km/l, valor interesante para un SUV (en ruta «manda» la aerodinamia y la sección frontal). En ciudad, casi prefiero no dar cifras porquee es absolutamente relativo el parámetro, pero como me gusta decir, se pueden conseguir hasta unos 9 km/l si el tránsito no es caótico.

CONCLUSIONES
Ya «en los papeles», un Abarth es cosa seria. Magia, encanto, atracción. Es cierto que no resultó tan magnético como el Abarth 595 italiano que probamos hace unos años, pero no deja de estar firmado por el mítico Carlo (su espíritu). Podemos discutir si era razonable un SUV Abarth (el primero a nivel mundial) pero no me parece mala idea teniendo cuenta el avance comercial de este formato. ¿Y un Cronos Abarth? Estaría bárbaro, pero descartado. Brasil manda y allá se vende mucho más Pulse. Es un modelo polivalente ya que permite un alto confort de marcha en uso normal, muy similar al resto de la gama, pero con el plus visual y de comportamiento Abarth, resultando divertido en el manejo «picante» y por un precio un poco más alto que Impetus. Me gustó.