A mediados de 2018 mostrábamos el renovado Volvo S60, sedán medio de la marca sueca (desde hace años en manos de la china Geely); producto de otra época de la industria automotriz en la que este y otros formatos como familiar, hatchback, y demás, eran protagonistas y gozaban de la preferencia del mercado. Los tiempos han cambiado y Volvo no es ajena a esa transformación. Ha presentado sus dos recientes SUVs eléctricos, el EX30, casi un crossover, y el EX90 que toma la posta dejada por el XC90 que se vende aun en Argentina, y que también muestra en su división local a aquellos 2. Más cambios.

En 2024 Volvo no venderá más modelos diesel y a partir de 2030 (tal vez algo antes) dejará de vender modelos no electrificados, al igual que la mayoría delas automotrices. Faltaba mencionar que en 2024 será presentado el EX60, completando la trilogía eléctrica renovadora, que pasará a mejor vida a los XC60 y XC90, aunque convivirán un tiempo. Hasta acá nada curioso; solo la tendencia vista en casi todas las automotrices. Sí resulta más llamativo el hecho de presentar un ES60, equivalente eléctrico del S60, modelo que tuve la ocasión de probar en su versión más deportiva y extrema hace algo más de una década). EX es la sigla elegida por Volvo para sus SUVs eléctricos, ES para los sedanes (o similar) y EXC para crossovers.

Digo similar ya que el nuevo ES60 si bien podría seguir considerándose sedán, se acerca al mundo fastback, o al hatchback, o tal vez a una mezcla de ambos, ya no es «tan sedán» como su padre con motores térmicos. Hablamos con cierta asistencia virtual ya que el modelo no ha sido develado aun, y solo disponemos de recreaciones realistas en mayor o menor medida. Habrá cierta continuidad estética con el S60, aunque adaptado a los actuales tiempos. No se descarta una variante rural, históricamente famosas en Volvo, y se llamaría EV60; tampoco un crossover EXC60. Tendremos mayor y mejor información más cerca de su presentación, seguramente en 2025.