A fines del año pasado mostrábamos como podría resultar la nueva generación del Citroën C3 europeo, el que tomaba varios rasgos del nuestro regional (brasilero); un diseño y un concepto «más SUV» y menos deportivo. En eso, ambos modelos, distanciados por el enorme océano atlántico, se parecen y mucho. Algo similar sucederá con el próximo C3 Aircross del viejo continente, que además de copiar el estilo del C3 que estamos presentando, también se alineará estéticamente (y conceptualmente) con el que Citroën comenzará a producir en Brasil en breve. En resumen, C3 y C3 Aircross serán bastante similares en ambos continentes.
El nuevo modelo que acaba de presentar Citroën, en realidad es el ë-C3, o sea el nuevo C3 eléctrico, acoplándose luego las versiones híbridas. Hablamos de un modelo accesible, que apunta a convertirse en motorizador de la parte baja de los modelos EV, y por lo tanto (fiel además a la filosofía Citroën de este último tiempo) no esperemos lujos ni grandes tecnologías ni enormes prestaciones. La magia no existe. Hemos hablado ya del icónico umbral de los 25,000 euros para los eléctricos, la última vez al hablar del nuevo Fiat Panda. Pues bien, este ë-C3 arrancará en los 13,500 euros. ¿Leí bien? Sí, no hay error de tipeo; eso costará el C3 eléctrico en su variante más barata, pero hay un par de trampas, para decirlo de algún modo.
Hablamos del precio «post ayudas gubernamentales», ya que el precio de lista será de 20,500 euros, de todos modos bastante competitivo. Al ser el inicio de gama, tendrá una batería más pequeña y un alcance eléctrico de 200 km. ¿Poco? Depende, para un uso diario urbano, nada mal. Por encima se ubicará la versión con batería de 44 kWh y una autonomía de más interesantes 330 km, a un precio de lista de 23,800 euros (16,800 euros con incentivos fiscales). El motor es el mismo para ambas versiones, y no, no será el de 156 CV de sus primos franceses, italiano y alemán, de 156 CV (o 136 CV) sino de más humildes 113 CV, con una velocidad máxima de 135 km/h.
Estéticamente se parece bastante al nuestro (sin ser un clon). En las imágenes comparativas de abajo pueden verse las similitudes/diferencias con su antecesor y con nuestro C3. Con el anterior, no vale la pena hablar de cambios ya que hasta conceptualmente son muy diferentes. Respecto al actual C3 brasilero, el europeo inaugura una nueva e inédita firma lumínica, diferente a todo lo anterior en Citroën, el sector frontal es más plano, y la cintura algo más abajo. Atrás, diferente, aunque diría que manteniendo concepto visual. Me da la sensación que el nuevo C3 europeo tiene una imagen «menos low cost» para definirlo de algún modo, más refinado, pero es algo subjetivo, claro.
En el interior (creo la debilidad de los últimos años de Citroën en cuanto al diseño), minimalismo extremo pero además, como muy despojado, muy «pobre», con tablero digital minúsculo (como viene mostrando la marca) y nuevo volante bastante chato y con el nuevo logo con gran protagonismo. Avance en Seguridad, con Frenado Automático, Cambio de Carril Activo, Alerta de Cansancio, Reconocimiento límites de velocidad en rutas y velocidad crucero. Algo inédito y muy positivo es la adopción de los amortiguadores hidráulicos progresivos del Citroën Advance Confort, sistema que tiene su hermano de alta gama C5 Aircross. Y un par de aplicaciones como le Citroën e-Routes que permite planificar y optimizar el recorrido en función de la recarga eléctrica. Interesante, descartado para nuestro mercado, que sí tendría, más adelante, su C3 eléctrico regional.