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Con Jeep Compass Trailhawk TD350 a Bariloche. La Experiencia

Jeep Compass Trailhawk TD350 y paisajes inolvidables

Brevísimo repaso de la hoja de vida de la Jeep Compass. En la primavera de 2016 mostrábamos el nuevo modelo, que reemplazaba a la anterior Compass y también a Patriot. Un año después asistíamos a la presentación de Compass en nuestro país (USD 40,000 en aquel momento). Y nuevamente, un año más tarde pasaba por nuestras manos la versión full, Limited. Al año siguiente probábamos la más humilde Longitude, y posteriormente, en 2020 a la Limited Plus que incorporaba mayor Seguridad. A comienzos de este 2022 que transita sus últimas horas, probábamos la nueva generación con el motor 1.3 turbo, la Limited Plus T270, con cambios notables, positivos, mejorando lo poco que no me gustaba de Compass; su consumo y su diseño interior. Finalmente, en septiembre subíamos a esta Trailhawk TD350 con motor diesel, la que volvimos a tomar para encarar este viaje a Bariloche.

No es una off roader extremo, pero se defiende muy bien
Confort de marcha en cualquier condición

A estas alturas, por lo tanto, Compass resulta una vieja conocida para Automotiva. No había mucho por descubrir, quizás, aunque sí, porque era la primera versión diesel que probábamos, y en un viaje largo que redondeó casi 4,000 km en 7 días, suficientes para poder descubrir un poco mas a este modelo de tanto éxito comercial en Brasil y Argentina. A fines de noviembre, un sábado, con 32,888 km en el odómetro, y a las 06:40 de la mañana, salíamos desde Córdoba, por Ruta Nacional 36, rumbo a La Pampa y de ahí a Neuquén y Río Negro. 430 km y 4 horas y media después, pasábamos por Realicó, consiguiendo un rendimiento promedio de muy interesantes 18 km/l. Tranquilidad y confort absolutos, ninguna novedad tratándose de Compass (todas).

Compass y el celeste río Limay de fondo
Algunos picos nevados, aun cerquita del verano

Aunque toda nuestra Argentina, tan variada, tan disímil, tan sorprendente, resulta atractiva paso a paso, este primer día de viaje, sobre todo hasta la Ruta del Desierto incluida, no generaba grandes expectativas, más allá de asombrarnos por lo vasto e inalcanzable de nuestro territorio. Y así llegábamos a Plottier, «pegada» a Neuquén, a las 18:50 hs, tras 12 hs y poco menos de 1,100 km. Fueron esos días de «veranito» seguidos, así que bastante calor en la ruta y en Plottier también. Complicado el paso por Neuquén, simplemente porque es un tramo más bien largo, con tránsito y semáforos. Se me hizo largo, si bien me había advertido un amigo, diciendo que lo encarara con paciencia. Hasta acá, insisto, si bien toda nuestra Argentina es pintoresca, no mucho para rescatar, más allá que se trata de un paisaje distinto (para un cordobés), típico de nuestro sur.

Piletones del r´ío Manso… crecido
Espectacular playita en lago Gutiérrez

La idea era llegar a Bariloche antes de las 16 hs, por lo tanto pude evadir temporalmente mi habitual apuro en viajes, casi un «non stopper». Salimos relativamente ¿temprano? de todos modos: a las 9 estábamos encarando hacia nuestro destino. En los primeros kilómetros, muchos vendedores de cerezas, ambulantes. Erróneamente pensé, «a la vuelta compro, ya camino a Córdoba de regreso». No estaban a la vuelta, y tenían una pinta… Desde Neuquén hacia Bariloche, por una u otra razón, casi todo es pintoresco, aunque, lo primero que ameritó hacer una parada fué El Chocón. Realmente imponente la central hidroeléctrica (al menos desde afuera). Pequeña vuelta por el perilago (o periembalse), encontrando aguas celestes, con tonalidades turquesas y hasta verdes, algo que me llamó la atención en el acto, teniendo en mente nuestros muy lindos lagos cordobeses, con mucha vegetación, pero con aguas bastante menos transparentes. En una subida con piedras sueltas, aproveché para comprobar el poder off road de Compass, y la verdad es que, entre el bloqueo del diferencial central (4×4) y la baja (4×4 low, que no es exactamente una reductora), pudimos subir sin problemas. Claro, no es un vehículo para un duro off road, pero se desempeña muy eficientemente ante requerimientos «normales» diría, no extremos. Aunque resultaba un paisaje muy atractivo, y poco común para un cordobés, el objetivo del viaje estaba lejos aún, así que seguimos viaje.

Compass y lago Correntoso, en Villa La Angostura
Hotel Correntoso y pesca de truchas, casi un coto privado

Por eso no paramos en Piedra del Aguila ni en otros puntos turísticos que auguraban interesantes postales. Queríamos llegar. A las 14:15 estábamos entrando en San Carlos de Bariloche, lugar al que voy todos los años desde hace un tiempo. Si bien conocía Villa La Angostura, y la ruta 4 hasta San Martín de los Andes, y hacia el sur hasta el Bolsón, la idea era descubrir algo más, de lo mucho que me queda por encontrar en esta magnética región de nuestro país. Decidimos ir a los piletones del río Manso. Como ocurre en estos modernos tiempos tan «integrados», uno conoce el lugar antes de ir… Fuimos muy temprano como para evitar amontonamiento de gente, lo que suele ocurrir en estos lugares casi icónicos. Bien, solo 2 autos antes que nuestra Jeep Compass en el estacionamiento.

Compass en pedregoso terreno en El Chocón
Piedra del Aguila. Curiosa formación

Caminata hasta llegar a los piletones. Sorpresa: el río estaba crecido, con lo que la imagen vista previamente, había cambiado. No diria que «para mal»; simplemente había mas agua y eso implicaba un lugar muy chiquito para poder estar (sin meterse) y habia una familia allí. Así que seguimos caminando, un buen rato, sendero de cierta dificultad, peligroso diría. En un punto, luego de largos minutos (¿40?) y viendo que no llegábamos a alguna «playita» donde poder quedarnos un rato, decidimos volver. La mujer que cobraba en el ingreso, luego me comentó que ese sendero llegaba al lago Sieffen, tras unos 17 km, si no recuerdo mal. Paisajes soñados en todo momento, pero no se llega a disfrutar del río porque prácticamente no hay lugar donde quedarse; probablemente porque estaba crecido, me imagino. Igual, linda experiencia, claro.

Río Correntoso. Mágico
Playa Bonita, realmente bonita

¿Y la Compass?
Bueno, ¿que puedo agregar luego de lo expresado en los distintos tests realizados a Compass desde que fue presentada? Y sobre todo en esta nueva «generación», que solucionó los casi únicos dos aspectos negativos históricos (3, diría) que tenía. Se cambió el anterior gastador motor 2.4 por un 1.3 turbo y el diesel de esta Trailhawk, y se rediseñó por completo el interior, antiguo y de aspecto mejorable en las anteriores. Otra gran diferencia, (tercera) es que está muy equipada en Seguridad Activa. Si bien el Mantenimiento de Carril es muy «celoso» y más con nuestras angostas rutas, haciendo que uno termine desconectándolo, lo cierto es que implica una tranquilidad en ruta, así como el Crucero Adaptativo y el Asistente de Frenado (también algo exagerado), entre otros sistemas, y también los 7 airbags (seguridad pasiva). El consumo promedio de los 3,694 recorridos (rendimiento) fue de 14 km/l, muy bueno ya que si bien fue mayoritariamente en ruta, de La Pampa hacia abajo, el ritmo no fue precisamente contenido…

Compass subiendo en El Chocón
Tablero digital

Un andar sobresaliente en cualquier condición, ayudado por una caja de 9 relaciones (la primera solo para 4×4 low o manual), neumáticos mixtos pero de buen confort en ruta, sistemas para el off road (no extremo), como su tracción integral y el Select Terrain, y un equipamiento en confort también muy bueno, como su audio Beats de muy buen sonido y el ingreso keyless, techo solar doble, y varios etcéteras. Viajar es un placer en Compass, moverse en el tránsito urbano también, y en terrenos complicados…. también. Poco para criticar. Experiencia inolvidable con esta Compass. Para mayor información, leer el test que realizamos hace un tiempo.

Embalse Alicurá
Centro Cívico de Bariloche

¿Y que más del paisaje sureño?
Bueno, todo es atractivo. Personalmente me gusta mucho Playa Bonita, relativamente cerca de la ciudad, con agua más fría, pero transparente como todas y muy pintoresca. Pude meterme y hasta nadar unos metros, y fue muy gratificante (y exasperante). Agua muy fría, que me dió puntadas en la cabeza, literalmente. Tanto en Playa Bonita como el río Manso y otros lugares, ví gente bañándose «lo más bien». Poca, sí, la minoría, pero debe reconocer que envidio su atermia, a pesar que no me considero friolento. Porque dan ganas de meterse horas en esas inmaculadas aguas, pero, finalmente, queda en una expresión de deseo, y se disfrutan desde afuera, o con agua hasta la cintura. Todo el camino de los 7 lagos es soberbio y exceden las palabras para intentar calificarlo. Me quedan muchas cosas por conocer. Veremos en la próxima.

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