Opel, empresa -más que- centenaria, fue fundada en el último año del siglo XIX por Adam Opel. Perteneciente al grupo General Motors, podríamos decir que son los «Chevrolet de Europa», con alguna licencia poética.
Actualmente, en Argentina, no tenemos exponentes de la actual gama Europea. Nuestro extinto Vectra se sigue comercializando como Astra Sedán, y es lo más parecido a la gama Opel del viejo continente. Meriva ya ha sido renovada, del Classic ni hablar, y Zafira, también exinta, cuenta con una renovada silueta.
Hasta ahora el Agila (clon del Suzuki Splash) era el Opel más pequeño. Con el nuevo Adam, que se presentará en el Salón de París a fines de setiembre, la marca germana ahora cuenta con un exponenente de peso en el segmento inferior.
Claramente apunta a Fiat 500, Volkswagen Up! y Renault Twingo, aunque también mira de reojo a Audi A1 y Citroën DS3. Probablemente les plantee lucha con alguna versión potenciada como la OPC, presente en otros modelos de la marca. Si bien no quiere estar demasiado lejos de Mini, le queda ya fuera de alcance.
El nuevo Adam buscará ser protagonista en el nutrido segmento, con dos fortalezas: diseño y equipamiento. En cuanto al primero, goza de una estética muy atractiva, tal vez no tan diferente de la de su rival Fiat, pero se nota el trabajo cuidado en design. Y en lo que hace a equipamiento, además de poder elegir entre diferentes personalizaciones, contará con Asistente de Estacionamiento (no habitual en el segmento), pantalla de 7″ para su potente infotainment y ópticas traseras y delanteras con leds.
A pesar del complicado momento que vive la industria automotriz europea en general, y Opel en particular, la marca alemana ha renovado prácticamente todo su portfolio, y ahora con el nuevo Adam podrá hacer frente a los protagonistas del segmento.
Contará con motores nafteros (seguramente se incorporará alguna diesel más adelante) 1.2 de 70 CV, 1.4 de 87 CV y 1.4 de 100 CV, y equipará el sistema Start&Stop, tan de moda en el viejo continente, y que contribuye a disminuir consumo y emisiones en un 10%, apagando y enciendendo automáticamente el motor en cada parada.
¿Llegará a Argentina?
Casi -absolutamente- descartado. Si bien siguen los rumores acerca del retorno de la marca al Mercosur, las actuales complicaciones referidas a las importaciones, licencias automáticas y horizonte de demanda muy incierto, hacen que el esperado «operativo retorno» esté más lejos que nunca. Y si fuera factible (ojalá), seguramente el Adam no estaría entre los elegidos para desembarcar, una pena.