Volvo S90. La gran apuesta sueca para romper la exitosa trilogía alemana Audi A6, BMW Serie 5 y Mercedes-Benz Clase E. Sin olvidarnos de Jaguar XE y algunos norteamericanos, japoneses y coreanos (chinos por ahora no..) con los que tendrá que pelear en distintos mercados.Actualmente, el «tope de gama» Volvo es el S80, de dimensiones algo menores a las de este nuevo S90, aunque con un diseño más aburrido y pesado, algo lógico teniendo en cuenta que fue presentado en 1998, con renovaciones en 2006 y 2014.

S80 se vende (solo en variate sedán) entre USD 46.000 y USD 58.000. No se comercializa en Argentina.

Oficialmente al menos, el nuevo S90 no llega para reemplazar a su hermano menor. De todos modos, no estoy tan seguro que S80 siga mucho tiempo. Es cieto que fue renovado recientemente, y que S60 es bastante mas chico, y S90 bastante más exclusivo, con lo cual tendría su lugar en la gama Volvo, pero, tengo mis dudas.
Y S90 viene a ocupar el lugar de las grandes y refinadas berlinas que Volvo siempre tuvo en su portfolio (4.96 m de largo).

Aunque, el 960 fue, quizás, el «último barco cuadrado» de Volvo, modelo que se vendió en Argentina en la época que compartían mucho con Renault.

En Argentina, Volvo es comercializada por Ditecar, que vende las series C30 (discontinuada), el -ya no tan- nuevo V40 (que probamos), el nuevo S60 (también lo probamos en su exclusiva versión T6 R-Design kit Polestar), y X60, tal vez lo más exitoso -a nivel comercial- de la marca sueca. Incorporó en su momento el XC90, y volverá a hacerlo seguramente en 2016, con la nueva -y espectacular- gama que presentamos hace un tiempo.  Y, finalmente, todo parece indicar que, si la economía y las condiciones impositivas del sector mejoran, el nuevo S90 también podría llegar, aunque en 2017.
Pasemos al nuevo modelo que Volvo estará mostrando en el Salón de Detroit, que comenzará el próximo 11 de enero.

Y no es casualidad que sea en la cuna norteamericana del automóvil. Estados Unidos representa -históricamente- uno de los mercados de mayor éxito para la marca escandinava.

Y si miramos al S90 de frente, rápidamente encontramos el guiño estético al XC90, con ópticas y parilla de similar diseño. Algo llamativo en este sector, para los globalizados y parecidos tiempos modernos, tiene que ver con un corte bastante recto de la trompa, dejando de lado la terminación «en curva», como la del BMW Serie 3, por ejemplo y dándole un gran protagonismo. Por el contraro, el capot muestra una línea hacia adelante que tiene una caída suave.

En el perfil, aparece una linea de cintura alta, dejando poco vidrio, y dando una imagen de robustez interesante. Enormes llantas algo estridentes, tal vez. Estética suave, solo cortada por una bagueta pequeña, en la parte inferior. En la cola, tambien, mucha personalidad, que no siempre es sinómim de belleza, claro. Gran voladizo trasero.Y vemos un sector trasero recargado, tal vez con excesivo diseño, a contramamo de la sencllez de trompa y perfil. Sector especial central que aloja el nombre y ópticas bastante trabajadas. En esta obsesión que solemos tener por encontrar parecidos, podríamos decir que, además del frontal que nos evoca a su hermano XC90, vemos un aire al Ford Mondeo en el perfil, y a alguna serie de Opel Vectra/Calibra, atrás, salvando las gigantezcas distancias, claro.Vamos al interior y cambio absoluto. Domina el minimalismo, la racionalidad, y por supuesto, el lujo y el refinamiento. A primera vista, y en cuanto a la calidad percibida, daría la impresión que estamos ante un Aston Martin, un Jaguar y hasta un Rolls-Royce, ¿porque no?   Si bien no es tan grande como la del Tesla Model S, cuenta con una gran pantalla central que domina claramente la escena. Aunque estéticamente sea más armonioso un display más pequeño, por acá pasa el presente y futuro de los comandos interiores del mundo del automóvil. No hay dudas.Refinadas salidas de aire, comando de caja corto, muy generosos y exquisitos asientos en cuero, y apliques de madera que, aunque en general no me terminan de convencer, en este caso cuentan con un sobrio balance. Gran consola entre asientos y un aire de refinamiento y exclusividad que domina todo el interior.Si bien Volvo no ha dejado trascender mayores datos técnicos, el nuevo S90 contaría con algunas motorizaciones ya vistas en S80. Como sucede con otras marcas (casi todas), el «downsizing» es protagonista absoluto, con los 4 cililndros como Rey de Motores. Diesel D4, 2 litros y 181 CV, nafteros T5 con 2 litros y 245 CV y T6, también 2 litros, con 320 CV. Un poco más adelante llegaría el T8, con un motor eléctrico en conjunto con el del T6, obteniendo -híbridos- 400 CV. Caja automática de 8 relaciones como única opción. Utilizará la tecnología de Aire Comprimido para minimizar el «lag» (demora) de los turbos, inyectando aire (con un motor eléctrico) instantáneo para «apurar» al turbo.La seguridad seguirá siendo protagonista del mundo Volvo en este S90, cuyo desarrollo demandó la «módica» suma de USD 11.000 millones. La conducción -semi- autonóma será una realidad en el nuevo modelo, el Pilot Assist decidirá por el conductor cuando frenar o disminuir la velocidad y el City Safety incorpora la detección de grandes animales, algo de vital importancia en algunos mercados en los se comercializan los productos suecos.Volvo, más Volvo que nunca. Una lección que nos dieron los chinos de Geely que la compraron en 2010, luego de la mala experiencia con Ford, conformando aquel Premier Automotive Group que había comenzado en 1999. A pesar de sus dueños asiáticos, Volvo cuenta con mayor seguridad, refinamiento, exclusividad, y también diseño, como nunca antes. Bienvenida. ¿Tendremos S90 en Argentina en 2017? Seguramente.