Toyota Hilux. Nombre con tanto peso, histórico y actual. Así como ocurrió en 2005, cuando cambió radicalmente a nivel conceptual y diseño, vuelve Toyota a tomar riesgo (menor al anterior), presentando una totalmente nueva Hilux, con algun dejo de continuismo respecto a la anterior, pero claramente, con un diseño 100% evolucionado.Toyota cuenta con un hándicap importante respecto, por ejemplo, a Volkswagen Amarok y Ford Ranger. Sabe que gracias a su hiper probada robustez, (y que es el atributo más valorado por sus compradores), un diseño un poco mejor o peor, o más o menos «botoncitos» no cambiarán drásticamente la decisión de compra de Hilux. ¿La Hilux anterior era durita?, sí. ¿Tenía un diseño algo «quedado»?, también. ¿Su interior era -por demás- espartano?, sin dudas. ¿Y eso modificó en algo su volumen de ventas? No. Punto.Pero claro, como solemos comentar, los tiempos cambian, y los compradores, por mas fieles que sean, también, y no es cuestión de «dormirse en los laureles». Hay que tener en cuenta a sus competidoras Ford Ranger y Volkswagen Amarok (las principales), sin descuidar a la recién llegada Nissan Frontier que se fabricará en Córdoba (junto con Renault y luego Mercedes-Benz), y a S10 que está por renovarse. La competencia no se queda quieta, y Toyota, tampoco.Finalmente, como cierre de esta «previa» del test correspondiente, tomemos los números de venta de pick ups en este 2015 recientemente finalizado. Hilux lideró con el 21.% de participación (prácticamente igual que en 2014), algo curioso ya que cuando se avecina un reemplazo de gama, las ventas suelen bajar, pero no ocurrió en este caso. Segunda, Volkswagen Amaron con el 14.9% (11.000 pick ups de diferencia) y tercera, Ford Ranger con el 14.2%. Predominio absoluto Hilux. Y a pesar que el nuevo diseño frontal no me termina de enamorar (¡Ups!, adelanté parte de las conclusiones..), me animo a asegurar que este 2016 la verá -aún- más lider. Veremos.Bueno, habiendo finalizado el habitual «Eje de coordenadas de ubicación» de Automotiva, pasemos al análisis de la pick up de Toyota. Y comenzamos por su diseño. ¿Controvertido sería el término apropiado? Tal vez. Si miramos perfil y sector trasero, no encontramos cambios drásticos; sí en el frontal, con una parrilla y ópticas de -mucho- mayor protagonismo, que parecen fundirse en un solo sector (no tanto en las versiones sin LED).«Agresivo» sería otro adjetivo que podría caerle bien a la trompa de la nueva Hilux. «Puntuda», con una superficie frontal menor, parrilla con barras horizontales de «trabajado» diseño, con terminación rugosa (raro y atractivo a la vez). También la entrada de aire inferior es de generosas dimensiones, ubicada entre los antinieblas delanteros (de diseño clásico). Ya no tiene la toma de aire del Intercooler. Buen despeje al suelo del paragolpes. Poco probable que toque abajo (lo probamos con ángulos interesantes).Atrás podemos definirla como más conservadora, con una imagen más parecida a la anterior. Sin embargo, las ópticas son mas grandes y «más trabajadas», más «3D», con nuevo sector de manija de apertura y cámara de marcha atrás. Tercera luz de stop. Paragolpes (mix cromado y de plásico) de generoso tamaño, con alguna «improlijidad visual» en su unión con la tapa de la caja. Enorme logo Hilux y SRX, con un «Toyota» más chico.

Espacio portapatente apto para las nuevas, más anchas. Además  de no tener cobertor (luego lo comentaremos), tampoco tiene protección el borde de la caja, muy proclive a rayones involuntarios. Ausencia también de ganchos para amarre. Mejorable.Vamos al perfil, quizás el lado más continuista. Aunque, resalta una linea de cintura más alta, menos vidrio, mas maciza, pasarruedas ensanchandos y de forma cuadrada. También enorme logo Hilux en puertas delanteras, raro. Manijas de puertas grandes y cromadas. Opticas delanteras y traseras que invanden gran parte del lateral, mayor seguridad. Ventanilla trasera con «ángulo negativo». Se la ve más larga, no solo porque es casi 10 m más grande, sino porque su trompa más baja (más «fina») y una caja más larga, colaboran a la apreciación visual en este sentido.En general, en el perfil se la ve «más norteamericana». Gran zócalo plástico (podria ser metálico, al menos un mix), y alfombras en guardabarros, prácticas (ya que las ruedas sobresalen levamente del mismo) aunque no tan estéticas. Espejos cromados de correcto tamaño para un utilitario, con guiño incorporado. Atrás, logo 4×4, bastante sobrio. Cubiertas Good Year Grand Trek 265/60R18, con llantas de agradable diseño, con un mix cromado/negro.Ingresamos a la Hilux 2016, en su versión más cara y exclusiva. En ningun caso el acceso a una camioneta 4×4 es similar al de un auto, básicamente por la altura, y en este caso tampoco lo es. Y resulta un poco más complicado aun por puertas que cuentan con un ángulo de apertura que podría ser más generos y poca altura entre la butaca y el volante, y se nota más, justamente, por el «saltito» que hay que dar por su altura al suelo. Una vez adentro, nos encontramos con el sector más «rompedor estéticamente» con la anterior. Difícil imaginar que se trata de una Hilux, solo mirando su interior.Lo más notorio del nuevo interior es la gran pantalla táctil de 7″ que domina el sector central. A favor, es mucho más práctico el sistema, claramente. En contra, no es del todo rápida en su accionamiento y además, queda «como si fuera una tablet adosada a último momento», y esto no es en realidad desconocido para sus diseñadores; se buscó también ese efecto, el mismo que se ve en muchos modelos. El volante es de muy buen tamaño, tal vez un poquito grande (en exquisito cuero), con mandos de audio y comandos por voz para el teléfono y computadora de a bordo, que se visualiza entre los instrumentos principales del tablero. Práctico comando lateral para el Control de Velocidad Crucero.Volviendo a la computadora de a bordo, entrega los siguientes datos:
– Consumo actual, consumo promedio, indicador/calificador ECO, comparador consumo, distancias
– Brújula y Emisora de radio
– Mensajes
– Ajuste de parámetros (idioma, unidades, colores, ¡precio de combustible!, etc.)
– Temperatura exterior

Uno de los tantos (pero menos que en versiones anteriores) detalles ochentosos: trip A y B del odómetro se ponen a cero con pulsador en el mismo cuadrante. Poco estético e incómodo, ¿porque no de la computadora de a bordo? El tablero está dominado por 2 grandes cuadrantes, velocímetro y tacómetro; el primero aloja también el indicador de nivel de combustible y el segundo, la temperatura del motor. Muy claro y legible, con muy buena iluminación nocturna. Sencillo, eficiente.Sector central dominado, claro por la (tablet) pantalla táctil de 7″, que se roba todo el protagonismo. Más allá que no es lo rápida ni precisa que podría esperarse, preferimos sistemas mixtos -en todo caso- con accionamientos táctil y por comandos; de todos modos, un claro avance respecto a la anterior versión. Arriba de todo, salidas de climatización (ubicación rara), y entre ellas, balizas (mal ubicados y de tacto mejorable, como en casi todos los modelos probados) y mini display con la hora -acá sí- bien «ochentoso», poco práctico. Como si Toyota quisiera mantener vivo el recuerdo de esos años..

El interior nos recuerda, en general, al nuevo Corolla. Por debajo, climatizador, si bien de una sola vía (seguimos creyendo que es suficiente), muy eficiente y práctico. Selector de tracción (H2, H4 y L4). Menor robustez (de comando) que el sistema historico de doble palanca, pero claro, mucho más práctico. Por debajo, vuelven a aparecer teclas sin uso, aunque en este caso, solo 2.Sí utilizables las de Bloqueo de Diferencial Trasero, DAC (control de descenso) e interruptor ESP OFF (VSC lo denomina Toyota), en dos etapas: con un toque, lo desactiva pero entra en acción en situaciones comprometidas, y manteniendo presionado, lo anula. Completan puerto USB y dos tomas de 12 V. Finalmente, 2 posavasos y pequeño hueco portaobjetos. Entre las comodísimas butacas en cuero, comando de caja automática y botones ECO Mode y POWER Mode y apoyabrazos/gaveta central (con otra toma de 12 V).Y ya que mencionamos las butacas, debemos decir que son de buen tamaño, excelente calidad, muy cómodas y sujección razonable para una pick up, con el aspecto negativo de todo asiento de cuero: su temperatura al quedar al sol, algo paliado en parte por el eficiente funcionamiento del climatizador. La del conductor con múltiples reglajes eléctricos (en altura, siempre algo «alta») y la del conductor con regulación manual de respaldo pero no de altura, mejorable. Contrapuertas agradables con insertos «simil metálico opaco» y -muy- pequeños portamapas. Generosas agarraderas en ambos lados. Comandos levantavidrios, cierre/apertura de puertas y plegado automático (en realidad, eléctrico, no automático) de espejos exteriores.La misma crítica de las Hilux anteriores: los comandos de apertura de capot y tapa de combustible no se diferencian y hay que «jugarse» a elegir el correcto. Diferenciarlos de algun modo (hay varios posibles) sería bienvenido. Doble guantera para el pasajero, una refrigerada. En la otra encontramos el manual, con 852 páginas. Al abrirla por primera vez pensamos que la nueva Hilux venía con Biblia incluída…Excelente el sonido de la Radio/CD/MP3/etc., habíamos olvidado comentarlo. La visibilidad es buena en general, hacia adelante y los laterales, pero mala hacia atrás, básicamente por la altura del cojín trasero que hace que una persona sentada ocupe nuestra visual, y porque los apoyacabezas no son «escondibles». Capítulo aparte para el «keyless system». Se puede ingresar a la Hilux y ponerla en marcha sin utilizar llave alguna. Las manijas exteriores cuentan con un botón sutil, que, al detectar que llevamos encima el comando, permite abrirlas o cerrarlas. Y lo mismo sucede para ponerla en marca. Muy práctico.Pasemos atrás, con la misma -lógica- complicación dada su altura (de la carrocería y del asiento). Bolsillos en respaldos delanteros (y de paso, encontramos un cierre en los mismos, pudiendo aparentemente desmontarse). A pesar de la altura ya comentada del cojín, queda espacio al techo, con lo cual nuestra cabeza no rozará el mismo. La forma de las butacas delanteras permiten pasar parcialmente los pies por debajo. También agarraderas en el sector trasero, con alguna -leve- contaminación visual, pero atractivo aspecto off road. 3 apoyacabezas y 3 cinturones inerciales. Buen espacio para los pasajeros traseros, sobre todo a lo ancho.Vamos a la parte mecánica, al funcionamiento de la nueva Hilux, aspecto, por otro lado, donde radica su principal virtud: su robustez mecánica, convirtiéndola -casi- en un mito de «irrompible». Y a tal punto esto es así, que a sus compradores (o al menos a su mayoría) poco les importa si cambia la trompa, si el tablero es más lindo o no, si la pantalla táctil es armoniosa o no, o si tiene más o menos teclas: lo imprescindible es que mantenga su poderío mecánico, capaz de «hacerle frente a lo que sea». Al ponerla en marcha encontramos y un motor mucho más sereno y silencioso que el anterior, con el que mantiene valores de potencia similares (algo menores). Se lo siente «menos Rastrojero», disculpando la brutalidad semántica.El motor es de 2.8 litros con una potencia de 177 CV. Su reacción no es la esperable, aunque, creemos, mucho tiene que ver la caja, algo lenta (en modo Power mejora), pero lo concreto es que no se la siente ágil, a pesar que, en términos físicos mantiene prestaciones similares a la anterior. En modo ECO privilegia el consumo (incluso aparece un intimidante «evaluador de manejo ecológico» en en display central), realizando los cambios a bajas rpm; mientras que en modo POWER, estira los cambios y mejora (agiliza) la respuesta del acelerador. Sin embargo, esto es relativo: la caja «lee» el modo de manejo y en cualquiera de los dos modos, si aceleramos suavemente, cambia a bajas vueltas; lo opuesto si aceleramos fuertemente. Aun así, siempre el modo POWER es «más Sport».El andar en ciudad es muy bueno, suave y silencioso, solo opacado por una suspensión «inquieta», que la hace saltar más de lo esperable. Siempre es un desafío el seteo de las suspensiones, en un vehículo usado tanto para «llevar los chicos al colegio» como para «el más rudo trabajo de campo», aunque sin dudas, más lo segundo. En ruta muy buen confort, que nos hace olvidar que estamos frente a una camioneta, con menores ruidos eólicos; buen trabajo aerodinámico. Muy buena tenida direccional. Sin ser un deportivo, y respetando su peso y suspensiones «laborales», responde muy bien en cuanto a mantener el aplomo; solo podríamos criticar, hilando fino, una dirección de respuesta algo lenta para curvas rápidas, ámbito para el cual no fue desarrollada Hilux, dicho sea de paso.De la caja, tenemos opiniones encontradas. Por un lado, es de accionamiento suave, aunque algo lenta, recordándonos el funcionamiento de las CVT, que parecieran «engranarse» buscando rpm. En modo secuencial normal, es lenta, sin embargo, si apretamos el acelerador en modo SPORT y dejamos que «cambie sola», el pasaje es realmente rápido y eficiente. Lo mejor es dejarla en modo Automático, suavidad y placer de conducción. No cuenta con levas al volante. Buen poder frenante, alta sensación de seguridad, apoyada, claro, por ABS+EBD+BA.En caminos en mal estado (como El Cóndor-Copina, prime del Rally Mundial) se muestra francamente robusta, dando la sensación de poder pasar «por donde sea» sin despeinarse. Muy buena performance off road, y mucho más con 4×4 y en baja, sube «por cualquier lado», literalmente. Diferencial desconectable (trasero) que permite mejorar la performance, cuando una rueda queda «colgada» y por ende la otra tiende a no traccionar.

Finalmente su equipamiento, es interesante. En seguridad, 7 Airbags, anclajes ISOFIX, luces LED (posición y bajas, altas halógenas), Controles de Tracción (TRC) y Estabilidad (VSC), Frenos ABS+EBD (Distr. Electr. de Frenado)+BA (Asist. Frenado de Emerg.)+EBS (activación automática Balizas en frenados de urgencia), Bloqueo de Diferencial, Luces antiniebla delanteras y traseras. En Confort, Climatizador automático, espejos eléctricos y plegables eléctricamente, alarma, pantalla 7″ con navegador (muy práctico), llantas de 18″, TV digital, «Keyless System», Control de velocidad Crucero, y más. Bien por la cámara de marcha atrás, mal por la ausencia de sensor de estacionamiento, al menos trasero.El precio de esta Hilux, la más cara y exclusiva, es de $ 667.800. Muchos opcionales entre los que destacamos, Barra (mal llamada antivuelco) cromada: $ 6931, Cobertor de Caja (debería ser de serie al menos en esta versión): $ 3581 y (Pseudo) Head-Up Display: $ 2419. Garantía de 3 años o 100.00o km.¿Cuales son sus rivales principales? Dos, los más peligrosos. Volkswagen Amarok Ultimate AT 4×4: $ 715.900 y Ford Ranger Limited 6AT 4×4: $ 658.700. Toyota Hilux mide 5.33 metros; la más larga es Ford Ranger (5.36 m) y Volkswagen Amaron ostenta 5.25 metros.  Las tres cuentan (en estas versiones «top») con equipamientos similares.Conclusiones:
Sin dudas, la principal rival de Hilux es la anterior Hilux, el desafío es que sus compradores valoren la evolución practicada por Toyota, lo que estamos seguros, ocurrirá. Es poco probable que pierda el liderazgo comercial, más allá de la gran evolución -también- de sus rivales. El diseño es materia opinable siempre; a nosotros no termina de convercernos la trompa nueva (principalmente) y algunos detalles del anterior. Muy buen andar, la robustez de siempre, valor de reventa muy alto, más confort a bordo, y solo algunos detalles mejorables. Esperamos manejar una versión con caja manual, para evaluar mejor la respuesta del motor. Pero Toyota Hilux, seguirá dominando el mercado, seguramente. Tiene con qué.