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Probamos el Fiat Linea Absolute 1.8 E.torQ Dualogic

Fiat Linea. Fiat y el Karma de los autos mediano/grandes. Ninguno de los varios modelos desarrollados por la marca italiana tuvo el éxito suficiente como para insistir con cierta seguridad de regular suceso. Croma, Tempra, Marea, interesantes desarrollos que nacieron estrellados por aquello de «Fiat sabe hacer autos chicos y de bajo precio».

La marca insistió, aunque con mayor racionalidad. En los últimos y actuales tiempos, claramente el Bravo es del mayor éxito, sabiendo que nunca será un Golf ni Ibiza (2 de los modelos más vendidos en Europa), y sobre todo en el viejo continente, pero poco a poco está mejorando la percepción del mercado hacia los Fiat, en este segmento.El Linea que nos ocupa en este caso (hoy por hoy el Fiat de mayor tamaño, salvo el Viaggio, del que comentaremos más adelante) fue presentado en 2007 (en algunos mercados asiàticos) y se vende en nuestra región desde 2009. Fue y es reconocido por la prensa especializada y el mercado como un modelo muy competitivo que poco tiene que envidiar a sus rivales de franja, y de hecho, su gama de precios lo emparenta directamente con los referentes del mercado.

¿Sus ventas se relacionan con esta competividad frente a sus rivales? Claramente no. Si analizamos el año 2014, ni en Argentina ni en Brasil está dentro de los 50 modelos más vendidos, y sin dudas, esto se debe mucho más al prejuicio del mercado hacia «un Fiat mediano/grande» (y quizás también a un mal manejo del marketing y posicionamiento por parte de la marca italiana) que a sus virtudes y defectos.

Linea deriva de Punto (Grande Punto para Europa) lo que no implica afirmar que es «un Punto con baúl»; tiene personalidad propia, y a diferencia de otros casos de otras automotrices, nadie podría adivinar que su desarrollo tomó la plataforma del exitoso hatchback. Pasemos directamente al análisis del Linea, el último producto probado de la marca italiana, que goza de un muy buen presente, ¿el mejor de su historia?Comencemos mirando al Linea de frente. Encontramos capot y parabrisas bastante lanzados, lo que hace que -solo en este sector- se acerque al mundo monovolumen. Cromados varios en sector frontal y aunque no no gustan en general, en este caso su dosificación es correcta, sin exageraciones. En ese setor aparece la principal diferencia estética exterior, con nueva parrilla y paragolpes. Un detalle digno de mención tiene que ver con sus ópticas (las 4), con un diseño exterior clásico, con poco design para el promedio actual.Y ya que estamos adelante, abrimos el capot y encontramos un motor encapsulado y muy bien presentado, con algo más importante (y útil) aun: varilla nivel de aceite, batería y nivel de refrigerante, todos, muy a mano. Varilla de anclaje de capot muy incómoda (corta). Vamos atrás. Cola alta, como nos gusta, lo que (en general) hace perder distinción pero aumenta la deportividad, cualidad buscada por los diseñadores del Linea (como imagen al menos).

De todos modos, es tan alto el inicio del capot, quen aun así, el baúl queda por debajo de la línea de aquel. Repite detalles cromados. Luneta trasera -también- con gran inclinación y ópticas traseras grandes, con iluminación -algo- «tunning». Apertura (eléctrica) de baúl interna, con comando o con el plip. Apertura muy dura, lo que seguramente fue un defecto de nuestra unidad. Una buena (acolchado interno en tapa) y una mala (falso piso del bául algo débil).

Miremos al Linea de perfil. Por el efecto -antes mencionado- de ambas superficies vidriadas muy lanzadas, el techo pareciera describir una curvatura sin solución de continuidad; no se sabe donde comienza y termina cada sector.  Sector trasero con gran caída y voladizos importantes en ambos extremos. Manijas cromadas que no nos gustan: preferimos las del color del auto. Cubiertas Pirelli 205/55R16, de perfil razonable para el confort (no tanto para el mundo deportivo), con llantas de diseño algo recargado que no terminan de ser deportivas ni elegantes. Puertas de buen tamaño y falsos ventiletes delanteros y traseros, necesarios por el ángulo del parabrisas y luneta. Pasarruedas bien «llenos», como nos gusta y ópticas (todas) que «invaden» bastante el perfil, mejorando la seguridad activa. Diseño aprobado. A pesar de contar con varios añitos encima, el Linea es mirado y admirado. Vigencia estética. Vamos al interior.  Abrimos las grandes puertas delanteras y entramos con gran facilidad. Nos sentamos en la cómoda butaca delantera, con regulación en altura, pero, mal comun a muchos autos, que siempre queda alta. Sorpresa inmediata por una rara -pero muy lograda- conbinación de colores. Renovación absoluta. Tomamos el volante, de excelente grip y tamaño, en cuero, y con doble regulación, y con mandos de audio y telefonía celular. El tablero mantiene el diseño retro (con algun guiño al histórico Fiat 125), con 4 indicadores analógicos, bienvenidos, y excelente iluminación.

Debajo de los 2 indicadores mas chicos, display de computadora de a bordo (comandada como en todos los Fiat, desde perilla de limpiaparabrisas). Parciales A y B de velocidad, distancias, consumos, tiempos; no hay mucho más para inventar, pero, la presentación de datos podría ser más elaborada. El display también muestra el sensor de estacionamiento trasero, con proximidad a objetos, muy útil. Además, indica la marcha colocada (y si está en modo Secuencial o Automático), temperatura exterior y posición de la regulación de ópticas delanteras (no muy amplia).

Finalmente, muestra también si alguna puerta está abierta. Y si así fuera, no permite continuar la marcha y pasa a posición N (seguridad activa). Levas al volante (de pequeño tamaño) que, como en todos los casos, no se usan tanto; uno se acostumbra al modo «totalmente automático», y en nuestro caso (cuestión de gustos..) preferimos accionar el modo secuencial desde el comando de caja.En el sector central encontramos Radio/CD/USB de muy buen tamaño, integrada, con muy buen sonido y utilización muy intuitiva. Excelente. Debajo de aquella, climatizador de una sola vía (sea práctico o no, debería contar con uno de 2 vías). Como en algun Linea antes probado, la dosificación de temperatura no es sencilla y no es simple que entre aire «ambiente»; ingresa calefaccionado. No sabemos si era un problema puntual de nuestra unidad.

Un detalle premium aparece con el borde de la guantera (de tamaño mejorable) con iluminación indirecta. Salidas de aire frontales circulares (laterales) y rectas (centrales) en una mezcla de agradable resultado. Debajo de la salida izquierda, comando de luces antiniebla (delanteras), regulación externa de faros y Menú de Seteo de la Computadora de a Bordo (Beep de velocidad, Sensor crepuscular y de lluvia, datos parciales,  formato de fecha y hora, Cierre automático de puertas, unidades de lectura, y bastante más..)


La calidad interior es buena, con un mix de materiales duros y blandos, pero la presentación es interesante, y la conbinación de colores comentada que, confunde al principio, pero termina gustando. Finalmente, arriba de la radio, algunos botones para apertura de baúl, trabas internas, desempañador de luneta y balizas (bien ubicadas pero de accionamiento mejorable).

Las contrapuertas repiten los colores del tablero y las manijas internas también cuentan con la iluminación «tipo LED» de la guantera. Portamapas que podrían ser de mayor tamaño. Comando de caja de excelente grip y ergonomía, con una buena (pueden subirse y bajarse cambios aun estando en modo «automático» y sin tener que desplazar lateralmente la palanca) y una mala (el movimiento no es tan intuitivo y no tiene alarma de posición D al apagar el motor, con lo que suele quedar «mal ubicada» al bajarnos). La altura al techo es buena, en contra de lo que sugiere su perfil exterior. La visibilidad hacia atrás es regular por la altura del baúl, la inclinación de la luneta y los 3 reposacabezas (bienvenidos), los que, si bien tienen diseño «coma», siempre quedan altos.Vamos al sector trasero, tarea sencilla por lo comentado del tamaño y apertura de sus puertas. Si el conductor utiliza la butaca en el punto más alejado del volante, y como ocurre en todos los modelos del segmento, el espacio longitudinal atrás es deficitario. Si el de adelante se sienta en forma «más normal», el espacio es bueno, y con el plus de que las piernas pueden pasar por debajo del respaldo de los asientos delanteros. El cojín es de buen tamaño, algo bajo, aunque sin obligar a contorsionar las piernas. Buena inclinación de respaldos traseros. Las contrapuertas mantiene el diseño bicolor con algun aplique en material blando (y luz tenue sobre manijas), agradable. Aunque el techo es bajo, la altura es buena para pasajeros de altura normal; la cabeza no llega a tocarlo. Visibilidad no tan buena por los marcos de ventanillas traseras y su pendiente, pero nada preocupante. Mesita/apoyabrazos central practicable.Equipamiento no tan prolífico para este Linea Absolute. Doble Airbag, ABS+EBD (Distribución Electrónica de Frenada), levantavidrios y espejos eléctricos, Computadora de a Bordo, Climatizador de una vía, Sensores Crepuscular y de Lluvia, Antinieblas delanteros, Apertura eléctrica de baúl, Blue&Me, Accionamiento automático de balizas en frenado de urgencia y poco más. Mejorable para su posicionamiento, tratándose de una versión full. Un elemento intersante es el que Fiat denomina Lane Change, que con solo tocar la palanca del guiño levemente, lo acciona 5 veces sin necesidad de volverla a su posición original. Como packs opcionales, Linea Absolute cuenta con 3: Caja Dualogic, Llantas de 17″ y Airbags cortina y laterales (estos últimos dos, no disponibles en nuestra unidad).Dejamos el interior y vamos al apartado mecánico. Comenzamos por el motor, el E.torQ 1.8 de 130 CV, de eficiente actuación, silencioso, de pocas vibraciones pero que, al acelerar, despliega un ronquido deportivo, muy atractivo. En ciudad, a razonable velocidad (legal), se muestra muy sereno. La caja Dualogic Plus (a diferencia de la anterior, al soltar el freno y estando en D o en 1ª sale sin necesidad de acelerar) tiene luces y sombras, algunas objetivas, otras opinables. Debemos mencionar, de antemano, que no nos gustan estas cajas manuales automatizadas, por más eficientes que pudieran resultar. Aunque las preferimos a las CVT, no nos terminan de convencer. Al igual que aquellas, en el manejo suave, tranquilo, la Dualogic es cómoda, práctica, aunque con un paso entre cambios con cierta brusquedad y caída notable de rpm.En ruta, la cuestión cambia ya que, al no necesitar cambiar con frecuencia, el confort domina la escena, ayudado por la buena insonorización general. La caja cuenta con modo Sport que, en modo Automático estira los cambios y en manual (secuencial) los realiza con mayor rapidez (menos tiempo de pasaje entre marchas). Además la Dualogic preserva el motor, no dejando subir o bajar cambios de modo secuencial si las condiciones del motor (rpm básicamente) no lo permiten. De todos modos, como frase resumen, la Dualogic Plus es muy cómoda pero algo lenta y brusca. Punto. Habrá seguidores y detractores, sin dudas.Como comentamos, el confort de marcha (mix de motor, caja y suspensiones) es muy bueno, y lo mantiene en ruta, y lo mismo en caminos de tierra en mal estado. La tenida en curvas rápidas y lentas es buena, a pesar que la «sensación transmitida» no lo sea exactamente, pero dobla de manera franca. Solo ruidos de cubiertas, por un perfil bueno para el confort de marcha, pero algo alto para el manejo deportivo para el que, sin embargo, no fue pensado este Linea.

En lo habituales caminos sinuosos de montaña por la geografía cordobesa, donde probamos el manejo deportivo en los tests, disfrutamos mucho el Linea, a pesar que la caja (en Automático y en Secuencial) no colabora en este sentido.

La dirección no es tan asistida, lo que se valora en ruta, pero se muestra lo suficientemente liviana en ciudad (sin función «City» como en el 500 L probado).

Su velocidad máxima es de 184 km/h y la aceleración de 0 a 100 km/h, 10.9 segundos, ambos valores oficiales y para la versión manual, numeros más eficientes que los de la versión Dualogic. El consumo en ruta (menos sensible al cambio de condiciones que en ciudad), ronda los 14 km/l a 110 km/h. En ciudad, la cosa cambia porque, como solemos expresar, distintos manejos, topografía, semáforos y tránsito cambian drásticamente las cifras obtenidas, en cualquier modelo. Hemos obtenido 9 km/l , 7.2 km/l y hasta casi 10 km/l en ciudad, en condiciones muy diversas. De todos modos, 9 km/l son conseguibles con un manejo tranquilo. La caja (ésta y todas las de este tipo) aumenta el consumo.Precio. Nuestra unidad (la más full Dualogic, sin opcionales), cuesta $ 249.000. ¿Caro? Depende. De todos modos, claramente no es el precio su argumento principal. Miremos algunos de sus rivales Ford Focus III SE Plus AT: $ 263.000, Honda Civic LX AT: $ 260.000, Peugeot 408 Allure Tiptronic: $ 275.000 y Renault Fluence Privilege CVT: $ 274.000. Todos mas caros, pero con mayor equipamiento.

Conclusiones
Fiat Linea es una interesante opción del mercado, con perfil (social) bajo, buen andar en ciudad y ruta, con opción Dualogic no tan eficiente pero cómoda en el manejo urbano tranquilo, con equipamiento mejorable, precio acorde al segmento, buena calidad constructiva, buen espacio interior y motor eficiente. ¿Seguirá Linea en el futuro o será reemplazado (como vaticinamos hace un par de años) por el Viaggio (basado en el Dodge Dart y originalmente lanzado en el mercado chino)?

Es cierto, en nuestro podio Fiat Automotiva, arriba está el 500 (lo mejor de Fiat en mucho tiempo, lejos), seguido por el Punto. Tercero el Bravo (que no probamos), pero los sigue, muy cerca, el Linea.

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