Range Rover. A secas. Símbolo, si los hay. Sinómino de «Off Road lujoso» para asignarle alguna categoría. Nos referimos a aquel modelo que nació en 1970, en configuración 3 puertas y con un diseño que ya lo distinguia del resto, aunque sin descollar en refinamiento como el actual Range Rover, que va por su 4ª generación. No hace mucho dió a luz a un «hermano», el Range Rover Sport. Si bien ambos cuentan con un diseño familiar común (entre ellos), las similitudes terminan ahí.
En Argentina, Land Rover (junto con Jaguar y Volvo) es importada y comercializada por Ditecar, y, al menos en esa marca, comercializa todo el portfolio internacional, claro, con algunas variantes mecánicas que no llegan. Y esto es curioso y a la vez elogiable: que en un contexto como el actual, se siga comercializando toda la gama Land Rover. Y el Evoque Cabrio -seguramente- no será la excepción, pero deberemos esperar a bien entrado el 2016, ¿nuevas? reglas de juego mediante, para saber como seguirá, no solo el futuro del portfolio de Land Rover, no solo el de muchas importadas, sino la salud de nuestra industria (y el sector) en general.
Evoque fue presentado en 2011 y poco despues llegó a nuestro pais en versiones de 2 y 4 puertas. Actualmente, la gama Evoque (en Europa) está conformada por motores 2.0 diesel de 150 CV (20 km/l en ciudad….), 2.2 diesel de 150 CV y 180 CV y naftero 2.0 de 240 CV (motor Ford Ecoboost del Mondeo, por ejemplo). Precios que arrancan en los USD 41.000. En Argentina, versiones 2.0T Pure y Pure SE 5 puertas y Pure Coupé.
El nuevo Evoque Convertible, que ya se ofrece en las páginas Land Rover europeas, arranca en los USD 61.000, con el diesel 2.0 de 150 CV, y USD 73.000 para el motor 2.0 de 240 CV.
Niveles Dynamic, Dynamic Plus y HSE. Nada barato, pero los modelos de la marca británica nunca fueron accesibles, ni en Europa ni en Argentina ¿Jugada arriresgada ?
Tal vez. En realidad, el antecedente más inmediato fue el Nissan Murano Cabrio (CrossCabrio en realidad), que se lanzó en 2011, aunque, con poco éxito comercial y corta vida. La verdad es que no era el más agraciado, y sus curvas (sobre todo traseras), sin capota, provocaban una zona de poca armonía estética.
Evoque Convertible, por sus trazos más rectos y musculosos, luce mucho más agraciado, es cierto. Lo único que le juega en contra es que, en la versión «normal», el techo, bajo, mostrando una cintura alta, le daba un aspecto menos «corto», «menos gordo», y en la nueva variante, sin esa contención, luce algo desproporcionado, en cuanto a relacion largoxancho. De todos modos es un aspecto subjetivo y por lo tanto discutible. Ciertamente, dejando de lado esta observación, el nuevo Convertible es atractivo, robusto, sin perder la clásica sobriedad británica.
Sin diferencias en equipamiento ni en mecáncas, el nuevo Convertible será -seguramente- un objeto de deseo en los mercados donde se comercialice. Y sobre todo en el furioso color naranja del que tenemos en portada.
Con la capota -de lona- cerrada, y como todos los cabrio «blandos», pierde armonía y encanto, luciendo mucho más terrenal y generalista. Pero, ¿realmente importa su aspecto con la capota cerrada?, no tanto.
El nuevo Range Rover Evoque Convertible debería llegar a nuestro pais.
De todos modos, lo haría recén hacia el segundo semestre del 2016. No tengo dudas que Ditecar es el primer interesado en incorporarlo a su portfolio, pero, más que nunca, dependerá como siga la cuestión económica/impositiva del sector y del país. Ojalá.
