Volvo S40. Hoy por hoy, lo más accesible de Volvo, habiendo discontinuado el pequeño -y raro- C30. V40 es más que un hatchback y menos que una rural, tal vez una mezcla de ambos mundos. Fue noticia por presentar un Airbag para peatones; hace casi 2 años especulábamos con un V40 Polestar, y hace poco más de un año y medio probábamos el V4o T4 Luxury High, provisto por su distribuidora Ditecar.
V40, recordemos, nació en 1996, en un desarrollo con junto con Mitsubishi (en la recordada Nedcar), que a su vez presentó el Carisma, aunque, con -bastante- menor éxito que V40. Se vende en el mercado europeo en versiones diesel D2, 3 y D4 y nafteras T2, T4 y T5, con variantes de caja manual y automática y precios que arrancan en los USD 28.000. También existe la versión Cross Country muy atractiva. También se vende en nuestro país.
Lanzado en 2012, y más allá de la «buena» longevidad de los Volvo en general, la actual generación V40 necesitaba un refresco, y Volvo entendió que debía ser muy sutil, para enfrentar los últimos años de la plataforma actual, a la espera de una renovación que llegaría en 2018.
Y los cambios, vaya sin son sutiles. En el frontal (los más notorios) encontramos una nueva parrilla (en realidad, la misma, con distinta distribucion interna) y las ópticas con el «martillo de Thor» que inauguró XC90, luciendo muy atractivo.
Perfil y cola sin cambios (sí, nuevas llantas y nuevos colores). Interior con algunos detalles específicos, nuevos tapizados.
En cuanto a seguridad (ya de por sí abundante en el V40), incorpora el Volvo On Call que se comunica con dispositivos de muñeca para alarmas y avisos importantes. El resto, inalterado. ¿Alcanza? Es una cuestión muy subjetiva; si bien es poco para un «refresh» luego de 4 años, creemos que V40 se encuentra totalmente vigente y moderno, por ahora le alcanza y sobra.
Estos pequeños cambios llegarán a las versiones argentinas, recién en 2017, teniendo en cuenta que en el viejo continente, el nuevo V40 comenzará a venderse en el verano europeo.
