«Gracias por los servicios prestados, Defender. Land Rover lo despide. Hasta siempre amigo»… Suena un poco frío, ¿no? Seguramente, y sobre todo tratándose de uno de los últimos ejemplos de longevidad -casi- sin cambios durante décadas. Land Rover Defender (el inicio de la era de los SUVs en la marca británica, potenciada fuertemente luego con Range Rover, claro) deja la línea de producción inglesa…tras 68 años, según consta en su «foja de servicios», foja impecable, por otro lado.

Sí, podemos mencionar al Mercedes-Benz Clase G, como otro «ejemplo vivo» de longevidad inalterada. Claro, Clase G lleva -solo- 38 añitos a cuestas, que no son pocos, pero sí quedan muy cortos al lado de Defender. También podríamos incluír al Jeep («by Jeep») de Chrysler, con una historia similar a la del Clase G, aunque, si tomamos a su abuelo Willys como parte de su historia, sobrepasa de nuestro Land Rover Defender.

Y no hay muchos casos más de modelos inagotables. Sí podríamos mencionar a los recientes Mini, Fiat 500 y Volkswagen Beetle (ex New Beetle) aunque, claro, no hace falta puntualizarlo, se trata de casos muy diferentes. Y por supuesto, genera cierta melancolía que un modelo del peso histórico del Defender cese su producción, algo de lo que se venía hablando ya hace un tiempo. De los muchos datos que pueden presentarse, uno más que representativo tienen que ver con la cantidad de unidades producidas, más de 2 millones, exactamente 2.016.933…

Puede tomarse al Land Rover Serie 1 de 1948 como el abuelo del Defender, montado sobre un chasis de Jeep Willys, con motor y mecánica británicos. Nació como producto para tareas agrícolas (a diferencia del Willys que tuvo un fin bélico) y en 1958 fue presentado el Serie 2, sin grandes cambios.

En 1971 llegaría el Serie 3 y en 1984 adopta el nombre Defender con el que lo conocemos actualmente, con un diseño exterior (incluso desde antes) que no ha variado hasta nuestros días (sí el interior y su mecánica).

Hasta hace muy poco, Land Rover Defender se vendía en los concesionarios europeos en múltiples versiones: 110 y 90 (largo y corto), cerrado, pick up, chasis, etc. En Argentina, su representante, Ditecar, ofrecía la versión 110 County, con el motor diesel de 2.2 litros y -tranquilos- 122 CV. La última unidad fue en 2015, (Edición Colección), para despedir al mítico modelo. Con ese motor (y su pobre Cx) llegaba a 145 km/h, con una aceleración de 0 a 100 km/h (¡a quién puede importar el dato en este caso!) de casi 16 segundos. Caja manual de 6 relaciones y tracción -obviamente- 4×4 con bloqueo de diferencial central. La versión 90 contaba con una longitud de 4.04 m y la 110, de 4.78 m.

Vaya este nuestro sencillo homenaje a un modelo que supo resistir el paso del tiempo, más que estoicamente, orgulloso de sus entrañas. Y a pesar de su diseño antiguo, su poca comodidad interior (pero mejorada con los años), y sus bajas prestaciones mecánicas (no las off road), Land Rover Defender cuenta con una legión de seguidores, que seguramente no estarán pasando por su mejor momento emocional con esta noticia. Lo bueno es que la marca, aprovechando la línea de producción, no solo seguirá produciendo repuestos, sino que además, restaurará «oficialmente» unidades, a través de su Heritage Restoration, con los operarios que armaron los Defender hasta nuestro días.

Hasta siempre Land Rover Defender. Se espera un nuevo modelo (con su ADN estético) hacia 2017; incluso hay un concept de la marca que podría marcar las líneas del próximo Defender. Ojalá.