Ford. La histórica y -más que- centenaria automotriz norteamericana (hoy podría denominarse «global») encuentra en Fiesta y Focus dos de sus modelos más importantes, sobre todo para el continente europeo. Allí, las ofertas de ambos, muestran al Fiesta con una gama de precios entre USD 9.700 y USD 21.000. Motores diesel 1.5 TDCI de 75 CV y 95 CV, 1.0 Ecoboost de 100 CV, 125 CV y 150 CV, 1.25 Duratec de 60 CV y 82 CV y 1.6 Ecoboost de 182 CV (Fiesta ST).
En el caso de Focus, los precios se ubican en la franja entre USD 17.000 y USD 20.000, además del ST (USD 32.000) y el espectacular RS con el motor de 350 CV (USD 46.000). Motores diesel 1.5 TDCI de 95 CV y 120 CV y 2.0 TDCI de 150 CV y 185 CV (ST). Nafteros, 1.o Ecoboost de 100 CV y 125 CV y 1.5 Ecoboost de 150 CV y 182 CV, 1.6 VCT de 125 CV, 2.0 Ecoboost de 250 CV (ST) y 2.3 Ecoboost de 350 CV (RS). Claramente, una variada oferta para ambos modelos.
Sin embargo, a pesar de esta polivalencia de motores, cajas, carrocerías, prestaciones y niveles de terminación, siempre hay nuevos nichos de mercados, potenciales clientes que no encuentran exactamente el auto a su medida; y también, usuarios de otras marcas que pueden «cambiar su voto», si se les ofrece lo que estaban buscando.
Y en este contexto encontramos esta filosofía de modelos con aspecto prestacional y deportivo, sin necesariamente contar con mayor potencia. Variantes que comparten mecánica con las otras «normales», pero que cuentan con un «upgrade» estético, buscando separarse de éstas.
Si miramos las premium alemanas, en Audi, además de los S y RS, encontramos los S-Line; lo mismo en BMW con sus M-Package respecto a los M, y en Mercedes-Benz con sus AMG-Line (si bien hoy han mutado a versiones AMG «puras) como opción a los AMG.
En todos los casos, se aplican a diversas variantes «normales», dando una apariencia deportiva, prestacional, mejorada, sin crecimiento de potencia.
Ford presenta para sus modelos Fiesta y Focus, variantes prestacionales. En el primero, encontramos el ST, con 185 CV (ahora ha crecido 15 CV, con el nuevo ST200), y Focus ofrece ST, con 250 CV y el -extremo- RS alcanzando los 350 CV. A pesar que en ambos casos no podríamos considerar las variantes ST como de gran potencia, hay mercado para motorizaciones más modestas pero que tengan «algo del aspecto» de aquellos.
Así, Ford está presentando los Fiesta ST-Line y Focus ST-Line. Para comenzar, y en consonancia con lo expresado más arriba, no se equipan con motores potentes centralmente, sino que pueden aplicarse a distintas opciones mecánicas. Fiesta ST-Line se ofrecerá con los motores 1.0 Ecoboost de 100 CV, 125 CV y 140 CV y el diesel 1.5 TDCI de 95 CV. Focus, por otro lado, se venderá en variantes ST-Line, sobre los motores 1.0 Ecoboost de 125 CV, 1.5 Ecoboost de 150 CV y 182 CV y los diesel 1.5 TDCI de 120 CV y 150 CV. Interesante abanico de opciones mecánicas para la nueva línea estética.
En cuanto a las modificaciones que presentan los nuevo ST-Line, -casi- solo estéticas, encontramos una puesta a punta del chasis y suspensiones, más deportiva, una altura rebajada en 10 mm (parece muy poco pero es interesante, no tanto a nivel estético, sino en cuanto a performance dinámica), llantas específicas «gris carbono» de 16″ (Fiesta) y 17″ (Focus), spoiler delantero, alerón trasero, zócales laterales y difusores en ambos paragolpes.
En el interior, casi unicamente un volante más deportivo y algún aplique distintivo. ¿Suficiente? Para muchos, seguramente sí; para los que no, podrán optar por las más prestacionales ST y RS. Descartados para Argentina, aunque, sería una muy buena idea para un mercado como el argentino, muy propenso a elementos diferenciadores. ¿Lo estarán analizando en Pacheco? Ojalá.
